Revista Innombrable #8 - Pesadillas: espejos del sueño - 2017 | Page 24
Pedro Arturo Estrada
(Colombia)
NOSFERATUS
(Pequeña fantasía nocturna)
Abres los ojos y ya no puedes moverte: el claro de luna te envuelve como a una estatua griega, pero
el camisón transparenta la forma viva, palpitante de tu cuerpo que me llama, que siempre me ha
llamado y deseado en secreto. Miras fascinada a través de mí la noche de Londres, gélida y neblinosa.
Sabes que desde el fondo de los siglos esperé por ti, y el momento ha llegado: Tomo posesión de tu
mente, tomo posesión de tus ojos, tomo posesión de tu boca, tomo posesión de tus senos, tomo
posesión de tu cuello y tu sangre que fluye lentamente entre mis labios cenicientos...
Hacia el amanecer te dejo, tendida como una rosa blanca sobre edredones negros. Y regreso a mis
soledades de pequeño, rutinario oficinista diurno.
TODAVÍA NO
A pesar del olor, los evidentes signos de descomposición, las miradas curiosas, el llanto de los suyos
en la casa, dijo que no. Que no iba a darse por muerto tan fácilmente. Incluso se sintió dispuesto a
atrincherarse en su cuarto si fuese necesario. Mientras pudiera sentir el aire alrededor, ver cuanto
ocurría en torno, así fuese con dificultad; mientras fuera capaz de erguirse sobre el lecho y mirar a
través de la ventana, se repitió que no. Ni siquiera cuando vio salir, horas después, el ataúd que
supuestamente llevaba su cuerpo a la funeraria acompañado por su familia, quiso, de ningún modo,
aceptar el hecho. Por el contrario, dando furiosos golpes sobre su mesa de trabajo, gritó con
desesperación que no y mil veces no.
A veces, todavía, en la alta noche, se oyen esos golpes rabiosos en el cuarto, y ese no, repetido,
rotundo, desesperante.
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