Revista Innombrable # 6 - Eterno Femenino Cuerpo y Erotismo - 2014 | Page 72
de un solo suspiro
y se estremece al pronunciar mi nombre.
Puedo verla
recostada sobre mi cuerpo
con sus cuencas robando el brillo de mis ojos,
suspirando cual colegiala
enamorada de las barbas de su abuelo.
Me mira inmóvil e inmóvil juega con mi vida,
lenta y cautelosa detiene con modestia mis palpitaciones
hasta ahogar un seco grito de mi alma implorando que se detenga.
La lluvia cae sobre mi cara,
pero ella sonríe como si se viera
vestida de negro y con un sombrero que sobrepasa el ancho de sus hombros,
como si este fuese un chiste que cuenta a diario.
Y después se acerca de nuevo a mis oídos
y con el mismo aire de un tirano enternecido por la niña antes de ser quemada pregunta:
"¿Por qué si tanto me deseas no vienes conmigo, en vez de quedarte
aquí lamentando el hecho de no tenerme?"
Es mejor agotar las formas en las que te presentas,
a veces tan débil como un silbido
que arranca los latidos mientras uno duerme,
y otras veces tan violenta detrás de horas de inmensa tortura.
A veces cuando tú te vas mi placer comienza,
mis ojos alucinan el color de la flor de carne,
surge un paraíso que cualquier creyente juraría hace llorar a Dios,
y sólo de pensarlo, aunque su existencia no cambie nada,
me pone en un tremendo frenetismo.
A veces creo que tú crees que soy un cobarde
al mudar mi apartamento justo un paso del precipicio.
Existen los que deciden saltar,
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