Revista Innombrable # 6 - Eterno Femenino Cuerpo y Erotismo - 2014 | Page 18
no es sólo un estado del corazón, es también un estado de la palabra. El poeta enamora la palabra y en
ese proceso de seducción, crea la poesía.
Epigrama
Bajo la especie de una
biblioteca un hombre que
moró por los libros se figuró
el paraíso y una mitología
en la forma de un jardín
con manzanas prohibidas
y hubo quienes como
suntuosos palacios de oro.
En la forma de tu cuerpo
yo me imagino el paraíso.
El poeta recupera el deseo que eterniza en la palabra. En la vida, “el amor es eterno mientras dura”,
decía Vinicius de Moraes. En la poesía, el amor es eterno mientras conmueva a los amantes. El amor en
la poesía, funda una estética de la palabra. Una sensibilización del lenguaje porque la poesía es la
ternura de todas las cosas. La relación entre amor y poesía es una relación tan íntima como la relación
entre un hombre y una mujer. Es su evocación. El poeta evoca en la palabra la mujer de sus sueños o el
ideal del amor: “Si una mujer comparte mi amor/ mi verso rozara la décima esfera de los cielos
concéntricos / Si una mujer desdeña mi amor/ haré de mi tristeza una música/ un alto río que siga
resonando en el tiempo/” escribió amorosamente Borges.
La poesía de amor es la prolongación del cuerpo en la palabra. El cuerpo como extensión de la palabra
y la palabra como extensión del cuerpo. El cuerpo y la palabra recreados por la poesía y el deseo, para
una poética del cuerpo que haga memoria en la palabra en intento de una poética de la palabra que haga
memoria en el cuerpo. Una poética del cuerpo y la palabra como la expresión más genuina de una
poesía amorosa y erótica. La poesía del deseo y el deseo de la palabra. El poeta tiene una utopía, que un
día el amor sea como la esencia de su palabra mágica y esplendorosa. El poeta cree en el poder de la
palabra porque cree en el poder del amor. En el reino de la poesía, el amor da existencia a la palabra.
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