Revista Innombrable #5 - Violencia-Arte-Revolución - Parte II - 2013 | Page 30

Fernando Cuartas (Colombia) Fines y Confines de la Literatura “Una Literatura para la Vida y no una Literjartura para Esconderse” La literatura es un acto abierto, sin pretensiones catequísticas, ni programas de hacer loas a ninguna forma de poder, es tan generosa como la vida misma, mientras ella fluya como un desprendimiento, como juego y diversión creativa. La literatura es una lectura del mundo. No sólo la ficción de un cuento o la trama escabrosa o lúdica de una novela, ni el entramado enigmático de un poema. No es de sorprenderse que alguien quiera aprender a leer las palmas de la mano, las cicatrices del rostro y los dolores del cuerpo. En la antigüedad clásica era un ideal aprender en los signos que la naturaleza dejaba sobre las piedras y los chinos encontraban asombrosas coordenadas de sabiduría en los caparazones de las tortugas. El ser humano ha tratado de percibir el encantamiento del mundo como una escritura que se puede descifrar, que deja ver sus significados con una atenta mirada sobre el entorno circundante. Sueño de alquimistas y de demiurgos, pero también el sueño infantil de encontrar claves de un texto oculto sobre el tejido invisible de las cosas diarias. Eso ha posibilitado tener preguntas, hacerse conjeturas, emprender búsquedas de conocimiento. Henry Miller encontraba que los libros son acciones para la vida, son fuerzas motivantes que ayudan a recrear mundos posibles y a enfrentarse a realidades difíciles. “De vez en cuando iba a pasar la noche en la biblioteca pública, para leer. Eso era como ocupar un palco en el paraíso. A menudo, cuando abandonaba la biblioteca, decía para mis adentros: "¿Por qué no vienes más a menudo?" El motivo de que no lo hiciera, por supuesto, era que la vida se interponía en el camino. Uno muchas veces dice la "vida" para indicar el placer o cualquier distracción tonta.” Henry Miller. (Los libros en mi vida). Y hacía largas caminatas por ir a buscar un libro, por encontrar un amigo que le prestara uno, travesías que junto al libro hicieron parte de su pensamiento libertario y de su conocimiento de la literatura como un arte para la vida. Las literaturas fueron escritas para ser leídas y vividas. De poco vale que queden reducidas a empolvados anaqueles y a inaccesibles textos del que muy pocas personas podrían dar cuenta. Bioy Casares, el gran amigo de Borges, decía que de los objetos diarios, el libro es uno de esos que está cargado de simbologías, está cerca de nosotros y algunos de ellos los conservamos por lo que dicen sus letras, por el placer que nos dieron, y sobre todo porque estimularon nuestras ganas de vivir. Borges siempre habló del paraíso como una enorme Biblioteca, donde en sus laberínticas propuestas se encontrara un compendio del Universo. Friedrich Wilhelm Nietzsche, escribía el libro “La importancia de los estudios históricos para la vida”, y no concebía que los estudios de historia no tuvieran una repercusión en el presente, que ayudaran a trasformar la vida y asumir una posición frente a las grandes preocupaciones del momento. Somos una cultura del libro, grandes libros ha cifrado nuestra relación con el entendimiento cotidiano, La Biblia, el Corán, La Torá, en los textos religiosos. La filosofía y el teatro griego, las matemáticas y la gran literatura árabe, los códices Mayas y las abstracciones egipcias, el libro de los 26