Revista Indie Locus. Número 1. Nov-Dic Revista Indie Locus 1. Oct-Nov 2015 | Page 19
o Interstellar, a ratos. Sin embargo Regreso al
futuro 2 no es una de ellas y menos mal que
no se ha convertido en realidad, creo yo.
¡Venga! ¿A quién le gustaban los años 80?
Eran oscuros: aún estábamos en los últimos
años de guerra fría, con Ronald Reagan ¿el
actor? y su sucesor George Bush padre
gobernando en Estados Unidos, con Margaret
Thatcher dominando con mano de hierro en
Reino Unido, con una parte de los jóvenes
hundidos por drogas como la heroína, era el
comienzo de una enfermedad terrible como el
sida y con unos estilismos dignos de películas de
terror. ¿Os acordáis de los punkys?
tonta de lo que es en realidad. Y los estilismos
no han hecho sino empeorar los de los terribles
años 80 ¿los bolsillos por fuera y gorras
iridiscentes? No, por favor.
Vale, los robocordones molan y eso de poder
usar la basura para recargar el motor de fusión
del coche no está mal ¿la energía de fusión
funcionaba así?
¿Laserdisc en 2015?
No, prefiero mi móvil con mp3
REGRESO A… RONALD REAGAN
¿Punkys de 2015? no, por favor
El futuro de Regreso al futuro 2 no son más
que unos años 80 con aeropatines y coches
voladores. El futuro da casi tanto miedo como
el 1985 alternativo. Hilldale, un barrio
ultramoderno convertido en un peligroso
suburbio, punkis con exoesqueleto que montan
en aeropatines turborizados. ¿Os imagináis
usando laserdisc? ¿Dónde están los
ordenadores o las consolas? Sólo hay televisores
en proyectores y canales basura ¿dónde están
los videojuegos indies, dónde está spotify o
netflix? La juventud de ese 2015 es aún más
Pero bueno, seamos críticos ¿qué clase de vida
nos vende regreso al futuro? No hay que negar
lo evidente, por mucho que podamos hablar de
cine de acción y ciencia ficción, no hay que
negar que existen pretensiones ideológicas que
van más allá del simple entretenimiento.
Regreso al futuro es el individualismo llevado al
extremo, no hay un propósito altruista en viajar
al futuro como en “la máquina del tiempo” de
HG Wells. El objetivo de Marty y Doc no va
más allá de salvarse a ellos mismos, de sus
propios intereses personales. ¿Por qué no salvar
al presidente Kennedy o evitar un gran
atentado? En teoría no hay que modificar la