Revista Imago Agenda 206 "Las aplicaciones del amor" Imago Agenda 206 | Page 48

LETRA VIVA LIBROS | Av. Coronel Díaz 1837 | Ecuador 618 | Buenos Aires, Argentina | Telefax 4825-9034 | www.imagoagenda.com to para que todo termine cayendo en la misma bolsa – de box. Riesgo de perder nuestra escucha clínica en la generalización y necesidad de ubicar donde hacer el “corte y empalme” con la historia del sujeto y lo que el posteo “generó”. Es preciso en- tonces, estar atentos a que la “atención flotante” haga lo suyo para que la sesión no se obture bajo la premisa del género. Es- tar atentos a no terminar interpretando “el género de un saco inexistente” como el traje que se le confeccionaba con telas in- visibles, en el cuento, al emperador. 4 En una sesión con una jovencita, intento abrir una hendija en la compacidad del saco que llenaba, “pegándole” a un jo- ven desconocido que era acusado por una desconocida y que la llevaba rápidamente a concluir que por este motivo prefe- ría estar sola, ya que inexorablemente se iba a encontrar con un“golpeador” no apto para el amor. Entonces le digo: “TodEs son iguales” Se ríe y pregunta: “¿a qué te referís con todEs?”. Entonces digo: “y todEs… lenguaje inclusivo… todos los hom- bres que incluye a tu mejor amigo, tu abuelito, tu padre, el ve- cino, tu hermano, el hijo que alguna vez tal vez tengas, la chi- ca que posteó, tus amigas, vos… todEs: todEs pegan, todEs se pegan…”Se ríe:“No, pará un poco, tampoco para tanto…” y conmovida agrega: “tengo miedo a que me lastimen, a engan- charme demasiado, a la decepción… tengo miedo al amor…” Continuamos particularizando, ahora sí, su historia: su temor al amor y a la repetición. Cuestiones de género que no se pueden generalizar, no para el psicoanálisis; ya que: “un saco mal rellenado puede producir graves lesiones en las manos”. Si la cuestión se plantea como “del mismo molde o misma tijera” como decían las vecinas del barrio, habrá que analizar que género/ tela para cada quien y de qué saco se trata; no para llenar o golpear sino para vaciar- lo. Sastrería a medida, sabiendo que el calce perfecto no exis- te, no hay dos que hagan uno sino dos que se articulan gracias ahora sí, a sus “faltas”, a la lógica fálica. Que “siempre habrá un roto para un descocido”, que estamos “todEs” medio chingados y que será cuestión que en “el chingue” de cada uno, en el en- cuentro con el partenaire, “nos llevemos”… menos a las piñas, con las protecciones necesarias para el caso y más de la mano… Hoy también se escucha en las nuevas generaciones, un pu- ching ball al psicoanálisis y un intento de llevar a la hoguera al “patriarca Freud” junto a su hijo Lacan a quien se le ocurrió de- cir “La Mujer no existe”. Interpretación errónea ya que Lacan lejos de menospreciar a las mujeres las enaltece ubicando que no existe Una sino una por una, quienes a su vez pueden acce- der a un goce con el falo y más allá. Entonces, no se trata para el psicoanálisis tampoco de hombres y mujeres sino de la ubi- cación en torno al falo. Lo masculino y lo femenino no corres- ponden necesariamente a hombre/mujer 5 . También Lacan nos ayudó a entender que el padre al que se refería Freud, no era a una persona de sexo masculino sino una función. Ahora bien, el psicoanálisis no se ocupa del feminismo, se ocupa del suje- to. La escritora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie ubica con lucidez cómo la idea de feminismo se ve hoy constreñida por estereotipos y define como feminista a la persona que defien- de y cree en la igualdad social, política y económica de los se- xos. Feministas no son necesariamente en este planteo las mu- jeres, la autora corre de esta manera el eje hombre/mujer 6 . Re- conocer la igualdad de derechos para todos los seres humanos, no implica que todos somos iguales. No son iguales hombres / mujeres como no son iguales cada uno de los sujetos que ana- lizamos. Clínica de lo particular, del caso por caso se confeccio- na en nuestro “taller de corte y confección” y para ello necesi- tamos contar con que “tela” cuenta el sujeto. Los psicoanalis- tas tenemos que estar atentos a no calzarnos el discurso pret- 48 | Imago Agenda | N° 206 | Septiembre 2019 à-porter de la época sino escuchar la resonancia de la época en lo particular del sujeto. Cabe recordar que El diablo viste a la moda 7 y que el oportunismo del mercado intenta hacer de los reclamos legítimos y necesarios del feminismo, un slogan a me- dida del capitalismo. El discurso del analista no “compra” ahí donde el sujeto se consume en el discurso de género tragado por el capitalismo que, como Lacan enseñó, rechaza la castra- ción y deja de lado las cuestiones del amor 8 . En “Sobre la más generalizada degradación de la vida amorosa” 9 el maestro vie- nes ubica el desencuentro de la corriente tierna con la erótica de la libido en torno al objeto de amor, debido a las dificulta- des y fijaciones que el sujeto tuvo en su historia infantil con sus objetos primarios. Como la muchachita a la que me refería y otras que desde la querella por las “faltas del padre” se les difi- culta el enlace entre erotismo –amor y se amparan en el géne- ro de la pollera del feminismo, como decía mi paciente, por te- mor. Podríamos conjeturar entonces que algunos de estos pos- teos y sus repercusiones, se encuentran asociados a la declina- ción del nombre del padre en la época y que a modo de acting convocan a que el padre reubique su función. Para concluir: El puching ball también es usado en el entre- namiento de las artes marciales. Lacan inicia su enseñanza ha- blando de movimiento que realiza el maestro Zen, a la manera de una irrupción que despierta 10 . Será cuestión de estar “des- piertos” sobre estas temáticas que acosan a la época. Se tratará de desplegar el arte de la escucha para ubicar cada vez el tiro –como en el “Zen en el arte del tiro con arco 11 ”– y despegar el arco que va, del “puching ball al hombre” a la construcción del fantasma: “pegan a un niño 12 ”.  ___________________ 1. https://es.m.wikipedia.org/wiki/saco-de-boxeo. Referencia Bruce Lee. El arte de expresarse con el cuerpo. Compilación de textos de Bruce Lee por John Little. Editorial Paidotribo. Bs. AS., 2007. 2. Paula Sibilia, La intimidad como espectáculo, Fondo de Cultura Econó- mica, Bs. As., 2013. 3. Sigmund Freud, Carta 69, O.C. I, Amorrortu, Bs. As., 1990, Pág. 301. 4. Alusión al cuento de Hans Christian Andersen “El traje nuevo del em- perador”. Puede verse la referencia que realicé sobre este cuento, a pro- pósito del bullying en Bitácora de una práctica psicoanalítica con niños y adolescentes, Letra Viva, Bs. As., 2017, pág. 101. 5. “El desdoblamiento que señalamos ofrece la clara posibilidad de dis- tinguir en ellas dos tipos de goce diferentes. No es que en el varón esto no se dé absolutamente sino que, como lo señala Lacan, cualquiera de los dos sexos pueden ubicarse del lado mujer de las formulas de la se- xuación”. Benjamin Domb, La posición femenina y el goce de la mujer El diablo en el cuerpo, Mas allá del falo, Lugar, Bs. As., 1996, Pág. 71. 6. Chimamanda Ngozi Adichie, Todos deberíamos ser feministas, Random House, Bs. As., 2016. 7. “El diablo viste a la moda”, comedia dramática norteamericana, dirigi- da por David Frankel, 2006 8. “Lo que distingue al discurso del capitalismo es la Verwerfung, el re- chazo hacia afuera de todos los campos de lo simbólico, con las conse- cuencias que ya dije. ¿El rechazo de qué? De la castración. Todo orden, todo discurso, que se emparente con el capitalismo deja de lado, ami- gos míos, lo que llamaremos simplemente las cosas del amor. Ya ven, ¡eh! No es poca cosa”. Jacques Lacan, Hablo a las paredes, El saber del psicoanálisis, Paidós, Bs. As. 2012. Pág. 106. 9. Sigmund Freud, Sobre la más generalizada degradación de la vida amo- rosa, O. C. XI, Amorrortu, Bs. As., 1991. Pág.179. 10.“El maestro interrumpe el silencio con cualquier cosa, un sarcasmo, una patada. Así procede, en la técnica zen, el maestro budista en la búsque- da del sentido. A los alumnos les toca buscar la respuesta a sus propias preguntas. El maestro no enseña ex cathedra una ciencia ya constitui- da, da la respuesta cuando los alumnos están a punto de encontrarla”. Jacques Lacan, Seminario 1, Paidós, Bs. As, 1992, Pág. 11. 11.“Para ser un verdadero maestro del tiro de arco, no basta dominio téc- nico. Se necesita rebasar este aspecto, de suerte que el dominio se con- vierta en “arte sin artificio”, emanado de lo inconsciente. Eugen Herri- gel, Zen en el arte del tiro con arco, Kier, Bs. As. 2007. Pág. 9. 12. Sigmund Freud, Pegan a un niño, O. C. XVII, Amorrortu, Bs. As, 1990. Pág. 177.