Revista Imago Agenda 206 "Las aplicaciones del amor" Imago Agenda 206 | Page 36
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hacer de tercero. De la misma se dirá que separa al niño de un
«exceso de goce» antes que repetir la vulgata que insiste sobre
la interdicción del incesto. Desde mi punto de vista el campo
de las depresiones constituye el segundo de los grandes sec-
tores de la clínica contemporánea.
Sin duda hemos pasado un poco rápidamente sobre el tema de
la perversión. ¿Qué es lo que el psicoanálisis tendría para decir
acerca de ella de manera específica? Su definición corriente, ¿no
hace un llamado a un enfoque normativo, incluso moral? La per-
versión, ¿quedaría para el psicoanálisis en el dominio del mal?
Encuentro que su pregunta resulta muy pertinente. Hay que
comenzar por decir que si no se quiere romper con el espíritu
científico del psicoanálisis, es totalmente esencial abordar las
perversiones con el mismo cuidado «estructural» que tenemos
para las neurosis o las psicosis. ¿Qué quiere decir eso? Pues
bien, que la perversión constituye una forma de organización
del deseo que tiene una tipicidad tan grande como para que
nosotros podamos situar los elementos determinantes.
Intentaré explicarlo en términos muy simples. Hay límites
que se forman desde la infancia y que nos separan de un cier-
to número de objetos. Esos objetos son aquellos que ya Freud
había distinguido (el seno materno, las heces con las cuales
el niño debe renunciar a jugar). Pero hay también otros, por
ejemplo, Lacan señala que el hombre social renuncia también
a su mirada. Cada uno sabe hasta qué punto una mirada de-
masiado prolongada, o excesivamente curiosa o muy intrusi-
va, podría molestar a las personas que nos rodean. General-
mente el sujeto renuncia a ella, la mayor parte del tiempo sin
saber que lo hace.
En cambio, nosotros podemos decir que el perverso (el vo-
yeur, por ejemplo) va a reintroducir ese tipo de objeto en el
campo de las relaciones con el otro. Digamos, si usted quiere,
en el campo donde se organizan sus relaciones con los parte-
naires, y que nosotros llamaremos el campo del Otro (Autre).
Tengamos, entonces, el cuidado de evitar cualquier tonali-
dad moralizadora. El psicoanálisis se constituye, entre otros,
a partir del momento en el que acepta ver en los niños una
Colección dirigida por
«perversión polimorfa». El niño en el sentido freudiano está
muy alejado del niño idealizado, el niño inocente en el cual
querría inducirnos a creer el mundo moderno.
En cuanto al adulto, no olvidemos que perversión quie-
re decir desvío con relación a una norma, y que es más bien
en el momento en el cual se apartan un poco de las normas
que los constriñen que los amantes encuentran la satisfacción
más grande.
Usted aborda por esta vía la cuestión de la relación entre los se-
xos. En relación con los estudios de género, que se han desarro-
llado enormemente a partir de la publicación de los libros de Ju-
dith Butler. ¿Cuál es su opinión? ¿Acaso podrían contradecir al
psicoanálisis?
No lo creo. ¿Cuál es el aporte más fundamental de Butler?
Es el de haber distinguido, del sexo anatómico, el género que
está construido por el discurso social. Ahora bien, es evidente
que la biología no constituye la aproximación más pertinente
a la sexualidad humana. Por otra parte, la misma Judith But-
ler destaca, en su libro El género en disputa, «la interpretación
de Lacan según la cual nada es prediscursivo».
Lo que sería más preocupante sería ver, en cambio, que la
exigencia muy legítima de igualdad entre los sexos caiga en la
idea de anular toda diferencia entre hombre y mujer. Esta dife-
rencia, no podemos sin duda darle un sentido único y preciso,
pero el hecho de que ella permanezca en el horizonte del cues-
tionamiento de los seres humanos es sin duda lo que les per-
mite mantener un deseo, ya sea homosexual o heterosexual.
La versión completa puede consultarse en www.elsigma.com.
Roland Chemama es psicoanalista en Paris. Fue presidente de la As-
sociation lacanniene internationale y de la fondation européenne pour la
psychanalyse. La psychanalyse comme éthique. Trauma dans la civili-
zation. Le metier de psychanaliste, con otros. Traducidos al castellano:
El goce. Contextos y paradojas. Depresión, la gran neurosis contemporá-
nea moderna. Elementos lacanianos para un psicoanálisis de lo cotidia-
no. El oficio del analista.
Publicó el Diccionario del Psicoanálisis primera versión, y las subsi-
guientes junto a Bernard Vandermersch.
Alejandra Ruíz Lladó
Letra Viva Editorial
36 | Imago Agenda | N° 206 | Septiembre 2019