Revista Imago Agenda 205 -FENÓMENOS PSICOSOMÁTICOS Revista Imago Agenda N° 205 (Otoño 2019) | Page 54

LETRA VIVA LIBROS | Av. Coronel Díaz 1837 | Ecuador 618 | Buenos Aires, Argentina | Telefax 4825-9034 | www.imagoagenda.com no la estructura que les da forma. El síntoma, como forma de tratamiento de lo real, no es contingente sino necesario a la estructura. Se ubica allí donde la estructu- ra muestra su falla, donde ni el nombre del padre llega a anudarla. En el mejor de los casos, a veces con ayuda del psicoanálisis, deviene en lo que Lacan llamó sinthome. Se trata de un modo de pro- ducción de letras y signifi- cantes a partir de lo más cru- do del síntoma. El psicoaná- lisis también trata las inhibi- ciones y compulsiones que forman el carácter. La angus- tia también es tomada por el aparato psicoanalítico pero no se cura. Puede ser modu- lada en transferencia. Pero el abandono de hábitos de goce sufrientes no puede realizar- se sin atravesar la angustia. La lógica temporal para sub- jetivar la estructura (instante de ver, tiempo de compren- der y momento de concluir) permite conjeturar el mejor modo de intervenir según cómo vaya desarrollándose la transferencia. Lo real, redefinido por La- can como lo imposible, no deja de hacer tropezar a los hablantes. La angustia lo se- ñala y el síntoma aporta le- tras y significantes. Un joven que vive con sus padres, y padece algunas dificultades para desplegar su deseo se- xual, trabaja en una empre- sa turística. Le ha compra- do unos pasajes a sus pa- dres para que realicen un viaje. La madre, a partir de una llamada telefónica a la aerolínea, pone en peligro la autorización para via- jar de su marido, debido a que alerta a la empleada de un problema de salud que éste padece. Le indican que para viajar debe hacerse un chequeo previo y presentar unos certificados médicos. Imposible realizarlo en los pocos días que quedan para el viaje. El joven concurre a la sesión cincuenta minutos tarde, pasa y comienza a ha- blar aceleradamente sobre las dificultades con su ma- dre. Lo interrumpo hacién- dole notar su horario de lle- gada, mi imposibilidad de atenderlo a esa hora que, además, coincide con el ho- rario en que él debería irse para llegar a tiempo a su tra- bajo. Cae en la cuenta, paga y se va. La sesión duró unos minutos. ¿Nombrar la impo- sibilidad de que hubiera se- sión la volvió posible? En la siguiente relata que acompañó a sus padres al aeropuerto para intentar re- solver el entuerto allí. Lo in- tentó con algunos emplea- dos presentándose como “el hijo de los pasajeros”. Reci- bía negativas como respues- ta. Hasta que discutiendo con una empleada pudo lo- calizar las fallas lógicas de lo que decía la web de la aero- línea. La empleada lo deri- vó con el gerente ante el que no se presentó como “hijo de…” sino como represen- tante de la empresa turísti- ca. El problema se resolvió rápida y fácilmente. La localización de la falla lógica, primero, en su dis- curso transferencial y lue- go en la web de la aerolí- nea puso a trabajar la letra, litoral entre real y simbólico, hasta hacerla producir signi- ficantes nuevos con los que realizar un cambio de posi- ción subjetiva. Salirse del lu- gar de “hijo de…”, que unas sesiones después, el despe- gue mostró que soportaba una identificación con un rasgo compartido por los padres: dar lástima en bus- ca de compasión. Ubicar una falla lógica o incluso una repetición signi- ficante sin enlazarla a otros significantes que la retro- signifiquen es una manio- bra posible y muy efecti- va cuando la transferencia simbólica y real lo habili- tan. Lo mismo pasa con las intervenciones en acto. En mi práctica, al menos, no suelen ser las más habitua- les. Cuando éste tipo de in- tervenciones se vuelven un cliché defensivo expulsan al analizante y al analista del análisis o hunden al pacien- te en la confusión, la angus- tia y/o el goce masoquista.  54 | Imago Agenda | N° 205 | Otoño 2019 Colaboración Ética y Psicoanálisis Un enlace de Ley- desde el Edipo de Sófocles, Siglo V A.C. hasta el Complejo de Edipo en Freud, Siglo XX E por Silvia n la historia infantil de Edi- po: ¿hay dos Padres, un Padre biológico y un Pa- dre adoptivo? ¿O bien, un geni- tor y un padre? ¿Quién es quién? ¿Layo? ¿Polibio? ¿Supo de su abandono precozmente? ¿Se en- teró tardíamente? ¿En qué cuadro de la clínica tripartida freudiana enmarcaría- mos a Edipo? ¿En la neurosis? ¿En la psicosis? ¿En las perversio- nes? ¿Por qué? ¿Cómo es el Pa- dre que lo constituye éticamen- te? ¿En función fallida del Nom- bre del Padre (neurosis o perver- siones)? ¿En falla del Nombre del Padre (psicosis)? ¿Cómo son los cuestionamientos ético-filosófi- cos del Siglo V A.C.? ¿Coexisten en Grecia los filósofos y los sofis- tas? ¿Absolutismo y relativismo? ¿Dos leyes éticas vigentes en la Antiguedad hebraica y griega: prohibición del parricidio y pro- hibición del incesto? En Siglo XX: ¿advenimiento de Freud y el psicoanálisis? ¿Retor- na el “registro simbólico de la cas- tración como emblema del ritual hebraico del Brit Milá? ¿Se inspira Freud en la Torah como Ley y en la tragedia griega para dilucidar su teoría? ¿Es la prohibición del parrici- dio y la del incesto el retorno en “Totem y Tabú” de la saga de Só- focles, unida a la tragedia bíbli- ca? ¿Antígona como hija del in- cesto también inspira a Freud, al igual que su Padre, autor de pa- rricidio en relación con Layo? ¿Y de incesto, al unirse casándo- se con su propia madre biológi- ca, Yocasta, teniendo hijos del in- cesto en esa unión? ¿Si Edipo no supo lo que hacía es punible de homicidio? ¿De ho- micidio calificado por el víncu- lo? ¿Su saber no consciente o in- consciente alcanzaría para la con- dena, según el Código Penal Ar- gentino? ¿Hay imputabilidad o N. Lef* inimputabilidad? ¿Hay supues- tos de excepción de voluntabili- dad que lo exoneran de culpabi- lidad como autor de un delito? ¿Es Edipo el paradigma de lo prohibido, de lo imposible en los lazos parentales? Mata a su padre sin saber que lo es. Se casa con su madre sin saber que lo es. Tiene hijos de esa unión incestuosa: hijos y her- manos a la par. Sus cuatro hijos, dos varones y dos mujeres pelean contra su destino: los dos varo- nes, Polinices y Etíacles se matan entre sí. Sus dos hijas, Antígona e Ismene, combaten entre sí, ya por respetar las leyes de la ciudad, ya por “salvar el honor de la estirpe familiar”. El crimen familiar ge- nera auto-condena y auto-repro- che en los transgresores. Yocasta no tolera lo que sucedió y se sui- cida al enterarse de que se casó con su propio hijo y al saber que tuvo hijos de esa unión incestuo- sa. Edipo se arranca los ojos para no ver lo que hizo. Los dos hijos del incesto se asesinan entre sí. Pareciera que Thanatos/pulsion de muerte se impone sobre Eros/ pulsión de vida en estos lazos pa- rentales trágicos. Freud hipoti- za sobre aquello que en las tra- gedias de Sófocles se efectiviza, se cumple en lo real. El Comple- jo de Edipo y su versión femeni- na, el Complejo de Electra, atra- viesan la complejidad por cuan- to incluyen la ambivalencia de amor/odio por ambos progenito- res. El parricidio y/o el matricidio no se efectivizan más que en el “orden simbólico”, ya que la re- presión impide el crimen. Ahora bien, ¿cuál es el delito de Edipo? ¿Es punible por homicidio? ¿Lo es por homicidio agravado por el vínculo? Respecto del incesto, ¿la condena es más que social?  ______________________ * Filósofa especializada en ética, abogada penalista, psicoanalista. E-mail: [email protected].