Revista Imago Agenda 205 -FENÓMENOS PSICOSOMÁTICOS Revista Imago Agenda N° 205 (Otoño 2019) | Page 43
LETRA VIVA LIBROS | Av. Coronel Díaz 1837 | Ecuador 618 | Buenos Aires, Argentina | Telefax 4825-9034 | www.imagoagenda.com
como un nuevo modelo teórico medio siglo después. Hasta se
llega a creer que todo lo que Freud desarrolló erróneamente,
él mismo llegó a darse cuenta y a rectificarlo. Freud, es qui-
zás la última figura de Occidente, (habiendo ya caído en gran
medida la de Karl Marx de esta posición), de un genio posee-
dor de un saber eterno y plenamente verdadero. 3
Pero desde hace ya varios años, se ha producido una situa-
ción radicalmente nueva: la estimación y posición de “la mu-
jer” en Occidente se ha modificado sensiblemente y esto no
sólo consiste en lo teorizado por los estudios feministas y de
género sino que también ya ha alcanzado a la consideración
de amplias capas de la población occidental en general y de
una forma destacada entre las jóvenes generaciones; incluso
es ahora un tópico fundamental de los programas de las polí-
ticas renovadoras. Para tales numerosos sectores de la pobla-
ción occidental, la obra de Freud, es inaceptable y, en muchos
casos, humillante y degradante. Lo mismo que vienen soste-
niendo desde hace medio siglo los estudios de género y el fe-
minismo ha pasado ya al “sentido común” de los sectores más
progresistas de la población sin embargo los psicoanalistas
en su gran mayoría, no se hallan dispuestos a escuchar, con-
siderar ni aceptar.
Considerémoslo aquí brevemente: 4 para Freud la base ma-
terial y científica en la cual cobra apoyo el psicoanálisis es la
biología —motivo por el cual él siempre consideró al psicoa-
nálisis científico y sus críticos, desde Karl Popper hasta Ma-
rio Bunge, se elevaron con indignación contra ello- mientras
que, por ejemplo, para Lacan la base real del psicoanálisis se
la brindan la lógica, la lingüística, la física matematizada y la
topología; todas las disciplinas que junto al psicoanálisis debe-
rían constituir el campo de lo que él propone designar “cien-
cias conjeturales”: las mismas operan mediante la herramien-
ta del matema, con entes puramente abstractos y bajo el modo
hipotético deductivo.
Al basarse Freud en la biología y bajo un modelo fuertemen-
te inductivista hace derivar: a- las pulsiones de vida y muerte
de propiedades inherentes de la sustancia viva, b- las posicio-
nes del género del sexo anatómico, c- el complejo de Edipo de
las condiciones naturales de crianza de los niños por parte de
madres mujeres y padres hombres. Por tal basamento llega in-
cluso a consideraciones de la homosexualidad como perturba-
ción del desarrollo psicosexual. Además de lo que pueda de-
cirse válidamente o no de su posición personal misógina, pa-
triarcal, eurocéntrica, machista, etc., sobre lo que no me pro-
nuncio, Freud termina desarrollando un psicoanálisis que se
organiza en torno a las diferencias sexuales anatómicas de na-
cimiento y al destino biológico de cada individuo, lo que ha-
bilitó que perduren en el seno de su teoría prejuicios sexistas.
Mientras que para Lacan “padre”, “madre”, “mujer”, etc. son
constructos significantes.
He aquí, según mi criterio, el núcleo del conflicto: en la so-
ciedad occidental moderna, al menos en sus sectores menos
atávicos, conservadores y religiosos, ya se han superado tales
concepciones. Las posiciones de cada uno en la sociedad, la
cultura, la sexualidad, la economía, la política, el saber, el po-
der, la familia, etc., dependen absolutamente de condiciones
lingüísticas, históricas, ideológicas, sociológicas y culturales
de las cuales la biología y la anatomía no sólo son contingen-
tes sino incluso permutables.
Así en nuestra época y cultura es inaceptable seguir soste-
niendo la envidia al pene de las mujeres, el menor desarrollo
moral y ético (superyoico) de las mismas, que la realización
personal de las mujeres deba atravesar las condiciones de ser
madre biológica y la equiparación prejuiciosa de niños y pue-
blos considerados primitivos. Y esto debería ser públicamente
sostenido por los psicoanalistas frente a los debates modernos.
Incluso, si se dejan de aceptar estos argumentos de Freud se
puede aprovechar la potencia de las formulaciones de Lacan,
quien, y sólo para tomar un ejemplo, con su metáfora pater-
na, resuelve los prejuicios freudianos al sustituir a la madre
biológica por el Deseo de la Madre como la encarnadura del
Otro (que la puede realizar una pareja heterosexual, una mu-
jer o dos, un hombre o dos, una institución, etc.), el papá va-
rón por el Nombre-del-Padre una función que no la debe en-
carnar nadie (y que funciona inscribiendo la impotencia del
Otro) y al hijo por un tercer término, el significado al sujeto,
como la resultante de la operatoria, sin nada biológico, pre-
determinado ni teleológico.
Frente al crucial desafío de nuestra época, el desafío de la
época hacia el psicoanálisis, no alcanza con omitir, no decir
nada, hacer como si Freud no lo hubiese dicho, proponerlo
como consecuencia de ser Freud hijo de su época, etc. Es ne-
cesario sostener una crítica sistemática, racional y explícita de
estos argumentos pseudo cientificistas. De tal forma que habi-
lite a reescribir el conjunto del modelo teórico del psicoanálisis
en, absolutamente, otra lógica y hacerlo en franco debate con
todas las disciplinas con las que coexiste. Esto Lacan lo intentó
hacer pero fracasó, como él mismo lo expresó en más de una
decena de oportunidades, 5 debido a la hegemonía de la de-
fensa irracional del modelo freudiano entre los psicoanalistas.
Intentar “salvar a Freud” en lo que es inaceptable de sus
concepciones no solamente no contribuye a la existencia y al
desarrollo futuro del psicoanálisis sino que puede acarrear el
peligro de dejarlo sin porvenir ya que se estarían cerrando las
puertas de acceso a los jóvenes, ya en gran medida persuadi-
dos de que es un prejuicio machista el basamento de las dife-
rencias sexuales sostenidas en la obra de Freud. A pesar de lo
que se supone entre los psicoanalistas, el porvenir de las con-
diciones de posibilidad de la existencia del psicoanálisis, como
discurso, como práctica y como modelo teórico está entre los
jóvenes y no en los viejos herederos del legado freudiano. No
se trata de “retorno” sino de “avance”.
Si el psicoanálisis se afilia a un programa de subversión del
sujeto debe estar él mismo enteramente disponible a ser sub-
vertido en sus bases, tal como lo hacen los investigadores en
las ciencias modernas —pero no los religiosos ni los políticos-,
y esto requiere en forma urgente dejar de defender a Freud,
un autor que no lo requiere ya que está inscripto en forma in-
deleble en el libro de los pensadores que fueron y son funda-
mentales en la historia de la humanidad para la concepción
del sujeto pero, y justamente por ello, siendo quien produjo un
antes y después de Freud hay que dejar caer lo que es “caduco,
lo que en efecto lo está, en la obra de un maestro sin par.” 6
_____________________
1. Freud, S. (1979). Obras completas. Tomo XIX. “Algunas consecuencias
psíquicas de la diferencia sexual anatómica entre los sexos”. Buenos Ai-
res: Amorrortu. p. 276.
2. Vaysse, J.-M. (1999). L’inconscient des modernes. Essai su l’origine mé-
taphysique de la psychanalyse. Francia: Gallimard.
3. Quizás se deba incluir la figura de Juan Domingo Perón que, para im-
portantes sectores populares, políticos e intelectuales argentinos, es la
de otro viejo absolutamente y eternamente sabio.
4. Lo que he realizado extensamente en Eidelsztein, A. (2018). 2º Semi-
nario Internacional. Lacan, la crítica a Freud desde el psicoanálisis.
5. Eidelsztein, A. (2009, 2010). El rey está desnudo. 2 y 3. El fracaso de
Lacan. Buenos Aires: Letra Viva.
6. Lacan, J. (2008). Escritos 1. Acerca de causalidad psíquica. 3. Los efec-
tos del modo imaginario. Buenos Aires: Siglo veintiuno.
Imago Agenda | N° 205 | Otoño 2019 | 43