Revista Huracán - Edición número 14 Revista Huracán - Edición 14 | Page 20

¿Viviste este clásico como una revancha? Sí, lógicamente, más que nada en lo personal. Yo no me quería ir de Huracán de la manera en que habían pasa- do las cosas, hay mucha gente que conozco en el club y que realmente las quiero como a la institución, vengo desde los ocho años. Entendí siempre al hincha porque es normal y uno se pone en su lugar. El sentimiento que tengo hacia el club es muy grande y por eso los enten- dí, por eso nunca sentí un problema con el hincha de Huracán, al contrario. Por eso hice el gol, pedí disculpas para que sepan que si yo estoy acá es porque quiero al club, no por otra cosa. Hasta fui alcanza pelotas acá y sé lo que es esto así que es especial. Y ya desde pibe e incluso como alcanza pelotas, ¿soñabas con convertirle a San Lorenzo, lo veías allá a lo lejos? Siempre lo soñé. Desde chico que estuve acá pero no había vivido lo que me pasó en este último tiempo. Por eso mismo dar vuelta la situación con lo que me pasó, en un clásico ganado y haber sido partícipe de los go- les creo que es doble la alegría. Soy feliz de vivir este momento porque era lo que deseaba desde que volví. Hacerle un gol a San Lorenzo y que hayamos ganado el clásico para devolverle la alegría a la gente para mí es un placer. ¿Te genera risas que con tu apellido lo carguen al clási- co rival también? Sí, porque como dije el otro día cuando salí del parti- do, nosotros tratamos de siempre identificarnos con el equipo y si sirve mi nombre para la chicana, bienve- nido sea porque del otro lado puede pasar lo mismo. Horas después, el que llega a casa no es el jugador: es el padre, el hijo… ¿cómo se vivió en familia el post clásico? Llegué a casa el domingo a hacer un asado porque era el día de la madre, estaba toda la familia, mi vieja y todos contentos porque sabían lo que significaba. Se los dediqué a ellos también porque saben lo que viví. Las siguientes cuarenta y ocho horas fueron terribles, EL FESTEJO DE LA REVANCHA