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Familia Quemera | Por Darío Musa
viaje me puse a jugar al futsal pero me picó el bichito
de fútbol 11 y empecé en Vélez con un grupo desde
cero. Flor me dijo que no me iba a venir a ver mien-
tras jugara ahí”, dice Belén y sigue con el relato: “Me
enteré que habían pruebas en Huracán, sumado a que
estaba Juliana Román Lozano, y me dije que tenía que
volver al Globo. Ya siendo parte del plantel, me citaron
alprimer partido y comí banco como la mejor. Me puse
triste pero en el segundo ya fui titular y en el tercero
metí el gol del empate”. Flor la interrumpe: “Esta era
la camiseta que se tenía que besar. Es el sueño de Be-
lén, juega al fútbol desde los 2 años. Yo sentí emoción
y orgullo con esto, además el grupo que formaron me
encanta”. Belén retoma y cierra: “Increíble cómo grité
el gol. Le mandé el video a mamá y se puso a llorar”.
mero que se me viene a la cabeza con Huracán es el
recuerdo de ir a la cancha de chiquita con mi viejo,
conocimos todas las canchas del ascenso. Somos una
familia muy quemera”.
Si pudieran hacerle un obsequio de Navidad al club,
¿qué regalo le harían ustedes a Huracán?
Belén: “Le prometo regalar todos los goles que pueda
y tratar de dejar al club bien arriba. Ojalá que el fútbol
femenino del globo sea como lo imaginamos. Es un
camino muy difícil pero lo estamos logrando”.
Florencia: “Yo le regalo mi vida”.
Sus padres, Susana y Mario (socio vitalicio), también
son fanáticos del globo y les contagiaron esta pasión
a las dos. “La Quemita es el patio de su casa. Todo el
verano se alquilan un quincho y se la pasan ahí con un
grupo de amigos, todos los días”, explica Flor y re-
cuerda: “Tengo en la memoria de ver un globo gigante
de colores en el Ducó y que mis viejos me llevaban
con un paraguas lleno de globitos. Es el recuerdo más
lejos que tengo de pequeña”. En familia tienen miles
de anécdotas pero Belén recuerda dos puntuales. Una
ocurrió en la previa de la final del 2009 contra Vélez,
época en la que se propagó una cepa de gripe porcina
y se solicitaba el uso expreso de barbijo y evitar la mu-
chedumbre: “Nos pasamos toda la noche con mamá y
con Flor haciendo la fila para sacar la entrada, estába-
mos todos juntos con riesgo de contagio. Papá vino
a la mañana del día siguiente, nos miró resignado y
compró la entrada con nosotras”, cuenta Belén y suma
la otra historia: “Después me acuerdo de un Chicago
- Huracán en Mataderos. Mi papá no nos quería llevar
porque era peligroso y yo me escapé igual con un ami-
go. Cuando llegué a la cancha me lo encontré a él y
terminamos volviendo juntos”.
El 5 de octubre de este año fue un día bisagra para la
familia Montouto. Belén convirtió su primer gol con la
camiseta de Huracán en el empate 2 a 2 ante S.A.T y
Florencia afirma que toda la familia está revolucionada
gracias a que su hermana volvió a vestir la del globo
(en el 2011 jugó tres partidos). “Cuando volví de un
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