Revista Huracán - Edición 15 REVISTA HURACAN - diciembre final - simples | Page 11

Famosos del Globo | Por Nicolás Roncoroni Camina los pasillos del canal con la camiseta puesta. Un ambiente de constante chicana futbolera, ya sea, con las luces y cámaras prendidas como en los rincones de producción. Los triunfos se celebran el doble y las derrotas se soportan con cuerpo y alma. Trujillo es una de las conductoras del magazine “El Dia- rio”, programa de C5N que sale de lunes a viernes de 17 a 20 horas. Más allá de su historia como productora y cronista, en el edificio situado en Olleros 3551 es co- nocida por su gran pasión: el Club Atlético Huracán. “Todo el mundo sabe que soy quemera. Vivo con bue- na onda las cargadas que hacemos con mis compañe- ros. Ojo, tengo amigos cuervos, no es algo con lo que no pueda convivir. Es más, una de mis mejores amigas es de San Lorenzo. Nos cargamos, pero desde el res- peto”, cuenta la periodista. El culpable de su fanatismo por el Globo tiene nombre y apellido: Hugo Palla, su abuelo. Residente de Case- ros y Maza, conoció al amor de su vida Aldina Fran- ceschini en un baile que realizaron en el club. Tiempo después tuvieron dos hijas, cosa que lo preocupó en un principio. Pensaba que no iba a tener nietos que lo acompañen a su amado Palacio. se que, al salir de la escuela, le contó al padre que te- nía una quemera en su misma aula. Él fue rápidamente a preguntarle a mi mama si era cierto. Obviamente, ellos también eran hinchas. Es hoy en día que vamos las familias juntas a la cancha. Son como primos o her- manos y todo nació por Huracán. ¿Cómo es “Luli” Trujillo como hincha? Depende la época y la actualidad del equipo, ja. No soy del grito ni el insulto constante, pero tampoco puedo decir que jamás me la agarré con algún árbitro. Eso si, no le caigo a los jugadores. De chica, íbamos con mi familia a la Alcorta y algunas veces a la popular. Hoy nuestro lugar en el mundo es la Miravé. ¿Cuál es el recuerdo más lindo que tenés relaciona- do al Globo? El campeonato que ganamos en San Juan. Alquilamos una combi y fuimos con mis hermanos, fue increíble. En el camino me pregunté qué hacía ahí, pero des- pués todo valió la pena. También, tengo recuerdos de joven cuando iba al Palacio con mi abuelo. Ver perder al equipo bajo la lluvia y decir nunca más. Pero a los 15 días llamaba y preguntaba quién me pasaba a buscar para ir, ja. El destino hizo que el padre de Lucila tenga al fútbol fuera de sus prioridades. Ante esto, el camino quedó libre para el viejo Hugo, que transformó a “Luli” y sus tres hermanos en enfermos de la Quema. Los años pa- saron y la ex cronista llegó ni más ni menos que a con- ducir el evento por los 110 años de la institución. “Cuando era chica, llevaban más a los hermanos o pri- mos a la cancha. A veces, íbamos todos con mi mama y mi abuela, pero socia me hicieron de más grande. En una reunión familiar, le pregunté a mi abuelo por qué los chicos eran socios y yo no… Me dio la razón y, al otro día, ya tenía mi carnet”, rememora la vecina del barrio de Belgrano. ¿Qué lugar ocupa la institución en el día a día de los Trujillo? Es lo que nos une como familia. Cuando juega, nos juntamos antes o después para comer. Es un plan fa- miliar. Todos mis conocidos a los que le gusta el fútbol fueron alguna vez a la cancha con nosotros. Es más, a más de uno lo convencí para que se haga quemero, ja. ¿El grupo de la cancha es más grande que los que integran tu árbol genealógico? ¡Obvio! En primer grado, tenía un compañerito de cla- 11