Revista historia | Page 21

Buscando comida para mantenerse para su amado, sacaba una mano por la ventanilla para implorar limosna. La gente ya rumoraba de la mano que salía por la reja, pero Doña Margarita se había encargado de disipar los rumores.

El enamorado, después de un largo viaje, regresó buscando a Leonor. Cuando llegó a su casa, se encontró con el padre, quien la mandó a buscar. Fue allí cuando la encontraron muerta. Su gran amor, le dio sepultura vestida de novia y tanto Doña Margarita, como su padre y los criados, fueron enviados a prisión.

Se dice que ahora, en la reja del sótano se ve una mano pálida y descarnada que implora por caridad diciendo: "Un pedazo de pan por el amor de Dios...".