La gente cuenta que quien se encuentra con ella, se vuelve agresivo y ataca sin razón aparente. Y es que la piedra servía para afilar cuchillos, lo que muchos hicieron, antes de transformarse en seres violentos.
Ante la caótica situación, se decidió que la roca fuera llevada lejos del alcance humano, justo en lo alto de un muro posterior de la catedral Zacatecas, debajo de la campana chica.