Revista GuitarraMX NÚMERO 20 - 2020 | Page 29

NUM.20 AÑO 2020 | GuitarraMX | 29

asado el tiempo, Ian Gillan rompe el bullicio del público; la voz de DP que,

a pesar de haber tenido salidas y reemplazos a lo largo de la carrera de la banda, considero es “la voz” de DP 100%. Caminando detrás suyo sale Roger Glover y Steve Morse con bajo y guitarra respectivamente. Al fondo veíamos a Ian Paice en la batería y una cara desconocida en la alineación, pero muy conocida en la escena del metal progresivo. Con cierta reserva, muchos de los asistentes creíamos saber quien era sin estar seguros de ello, hasta que las luces lo iluminaron. Sí, Jordan Rudess, tecladista de Dream Theater ,que se había unido a las presentaciones en vivo de la banda para tomar el mando de los legendarios teclados de DP.

Deep Purple es una banda que nos gusta a muchos. Para la mayoría son el antes y el después del rock progresivo al formar bases solidas del sonido que definió al “progre” y, por ende, al Prog Metal. Tocando éxitos clásicos y canciones que amamos, llenando de nostalgia un Foro Pegaso con reserva de amenaza epidemiológica.

Deep es una banda, que honestamente y al igual que muchas de su época, ya no nos ofrecen nada distinto a lo mismo desde hace 20 años, pero ¿quién demonios somos para criticar eso y no disfrutarlo? ¡Nadie!

Cerrando ese gran sábado tuvimos a Manowar de Joey DeMaio, quien en sus inicios trabajó con el staff Black Sabbath y donde tuvo mucha influencia.

Joey DeMaio y compañía vienen a México por primera (y no sabemos si única vez), bajo muchas reservas mediáticas, rumores de cancelaciones de último momento en otros shows y actitudes rockstars de la banda; que afortunadamente no pasó.

Con una escenografía inspirada en cuentos de ciencia ficción sobre guerreros como Conan el Bárbaro y misticismo bélico, es como salen al escenario. Con una fuerte consigna a la prensa y medios. “No photos, please”, ya que al parecer los organizadores serían los únicos autorizados a levantar material gráfico por la característica pirotécnica del show y propias instancias de la banda.

Los creadores del “true metal” tocaron por alrededor de hora y media, con una zona preferente a tope y el 70% de la general. Mucha piro, riffs largos y canciones que, a gusto personal, son para un nicho muy específico de metaleros fascinados por la cultura del true, que a quienes no agrada en gran medida puede resultar un tanto bochornoso. Pero con una poderosa setlist echa para los amantes del heavy metal evolucionado.

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