Revista Gremial del SAONSINRA (2017) Soporte digital de la Revista del SAONSINRA | Page 4

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revista final sin tapas 02 / 01 / 2018 05:21 p. m. Página 4

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Editorial

Madurez, sensatez y compromiso en defensa de los trabajadores

E n la edición especial de nuestra revista El Trabajador Naval deseo transmitirles a todos los trabajadores y su familia un abrazo fraternal en este año 2017. Ante la proximidad de las fiestas navideñas y de fin de año desearles a cada trabajador y su familia una feliz navidad y próspero año nuevo. Ha sido el año 2017 un año complejo en nuestro país por diversos factores-particularmente en lo político- en lo social y en lo sindical. La irrupción en el escenario nacional de una nueva fuerza política que construyó una mayoría electoral con la que obtuvo desde el ejecutivo a las provincias más grandes de nuestra nación. Revalidando esta mayoría en la elección de medios términos el 22 de octubre pasado, fue la nota destacada. De tal modo, por la voluntad popular, se legitimó un Modelo que ya lleva dos años de gestión. Desde el Peronismo no sostuvimos el compromiso que nos señalara con toda claridad el General Juan Domingo Perón:“ Primero la Patria, Segundo el Movimiento y Tercero los Hombres”. El peronismo quedó atrapado en los personalismos, fomentando las fragmentaciones conocidas. Lo individual reemplazo el compromiso histórico de nuestro movimiento de construir un proyecto para el pueblo desde la conciencia nacional, la construcción colectiva por encima de las diferencias parciales.

Nuestro movimiento obrero atraviesa una situación de reacomodamiento a la luz de una realidad política distinta. Lo que género divisiones en las organizaciones sindicales. Como consecuencia de lo que debatimos en nuestro espacio sindical MASA( Movimiento de Acción Sindical Argentino) la ausencia de una base para la construcción de una agenda programática del sindicalismo argentino. Un proyecto y una convocatoria a todas las fuerzas políticas para establecer la centralidad de los grandes temas nacionales para las próximas décadas. No nos hemos constituido en perspectiva para una Argentina en crecimiento, con empleo, trabajo y salarios dignos, como aspiración a a realizar la justicia social.
Únicamente esto será posible si logramos que las acciones de corto, mediano y largo plazo determinen previsibilidad y sustentabilidad en las operaciones políticas, económicas y sociales en nuestra Nación.
Industria Naval y Marina Mercante
Después de un extenso debate que ya lleva casi 30 años, y ha atravesado todas las estructuras sindicales, políticas, empresariales, sin poder lograr siempre el consenso básico que permita la construcción de un proyecto para los sectores de la Marina Mercante y de la Industria Naval. Después de ese laborioso debate sostenidos en los medios e instituciones académicas, en las Organizaciones Sindicales, en la Cámara de Diputados y Senadores y con el Ejecutivo Nacional; en todos los estamentos que conducían a la nación en sus distintos periodos. Partiendo siempre de la convicción de que es necesario generar el acuerdo plural, empezamos a transitar el camino para hacer posible que la Nación Argentina tenga una ley de Marina Mercante e Industria Naval. Finalmente, como consecuencia de esta gigantesca tarea, el día 15 de noviembre del 2017 se aprobaron los dos proyectos por amplia mayoría casi en forma unánime. El día 29 de noviembre de 2017 la Cámara de Senadores transformaba en ley este hecho histórico.
Tremenda fue la sorpresa de todos los actores que gestionamos el consenso, cuando una decisión política dictamina el Decreto 1076 / 17 vetando en el Proyecto de Ley de Industria Naval los Artículos 10 y 13 que son la herramienta financiera para desarrollar la actividad. Sistema de financiamiento que todas las industrias navales del mundo cuentan, herramienta de asistencia de los Estados Nacionales que asumen que es una industria estratégica para su Nación.
Lamentablemente, los integrantes de la comunidad productiva de la industria naval nos sentimos hondamente decepcionados y estafados por el Ejecutivo nacional. Después de arduas y complejas negociaciones bajo la premisa fundamental que rige el diálogo social, que es la búsqueda y construcción de consensos, se arribó a una síntesis de dos leyes, que en realidad debieron ser una, que recibieron el apoyo de una amplía voluntad legislativa.
Nos animaba una sola vocación. La de habilitar a nuestro país para recuperar su marina mercante y su industria naval en el marco de un nuevo escenario que permitiese una transformación logística al servicio de la competitividad y del crecimiento de nuestro país. Cada sector resignó aspiraciones justas y legítimas. El sector industrial cedió en su prerrogativa de importar y alquilar buques usados del exterior. Como contraprestación de esta excepcional concesión sólo se establecieron dos herramientas básicas para que la consecuencia de este proceso no significara la desaparición definitiva de este sector industrial estratégico.
Ellas eran mantener un bono de re-