Revista Foro Ecuménico Social Número 8. 2011 | Page 40

Inserción laboral de jóvenes Pretendíamos que todas las empresas se involucraran y generaran oportunidades de formación, de prácticas calificantes, para muchos jóvenes y lo hemos logrado. 58• FORO vo, aunque a veces aparece en los medios como una preocupación que hubiese surgido en los últimos tiempos, pero en tiene muchos años de discusión y es una preocupación en todo el mundo, por todo lo que implica, por la falta de oportunidades, la falta de un proyecto de vida, de un proyecto ocupacional que es fundamental para del crecimiento y desarrollo de los jóvenes, y porque de alguna manera tiene una fuerte implicancia en lo que significa la situación de vulnerabilidad de muchos jóvenes y de pérdida de confianza en sí mismos, de pérdida de valores. En el Ministerio de Trabajo se inició en el marco de la RSE con un proyecto que denominamos “empresas jóvenes con futuro”, donde empezamos a promover y a plantearles a las empresas que dieran oportunidades a los jóvenes con mayores dificultades. Pretendíamos que todas las empresas se involucraran y generaran oportunidades de formación, de prácticas calificantes, para muchos jóvenes y lo hemos logrado. Era más una experiencia para demostrar que era posible generar oportunidades de empleo y oportunidades de formación a jóvenes que no habían terminado la escuela secundaria, y que las empresas actuaran como tutores para que culminen con la escolaridad secundaria tan importante a la hora de pensar un proyecto ocupacional. Así surgió una política de carácter masivo que tiene que ver con la inserción laboral de los jóvenes, con una política de empleo que se ocupa específicamente de jóvenes de 18 a 24 años, que no terminaron la escuela secundaria, que están desocupados y que por sus características provienen de hogares pobres, y con mayores dificultades para insertarse en empleos de calidad. Una de las primeras cuestiones que analizamos al diseñar estas políticas era que los empleos de este tipo de población generalmente son de muy baja calidad, de muy baja productividad, de alta precariedad y de muchísima rotación y con dificultad para pensar en términos de un proyecto ocupacional. En ese sentido, el programa y la política de empleo hacia los jóvenes planteó dos ejes fundamentales; uno es el acompañamiento a través de tutores, que seleccionamos desde las universidades nacionales fundamentalmente, y a través del desarrollo de talleres de reinserción, de incorporación en esta política de jóvenes. Realmente fueron dando muestras muy claras de un acierto muy importante en el desarrollo del programa desde junio del 2008 hasta la actualidad. En esos talleres estos jóvenes inician un proceso distinto de recuperación de autoestima, de resocialización, con el contacto con pares en el aprendizaje o en el intercambio con personas que le acercan herramientas y reflexiones que le permiten revalorizar su mirada hacia el trabajo y hacia la perspectiva que le permita desarrollar un proyecto ocupacional. El segundo elemento central de esta política es trabajar en el ámbito de oficinas de empleo, donde esté más cerca la presencia del Estado con respecto a las personas que tienen problemas de empleo y a las empresas que necesitan trabajadores con características y calificaciones requeridas para los nuevos puestos de trabajo. Ya tenemos más de 350 oficinas de empleo en todo el país, hemos podido desarrollar esto que denominamos un proyecto ocupacional, que no es más ni menos que ayudar a formular a los jóvenes y a las personas desocupadas una idea sobre la base de lo que sabe hacer y lo que ha aprendido de