Revista Foro Ecuménico Social Número 7. 2010 | Page 21

Redescubrir la diversidad Omar Abu Arab La compleja realidad humana Comunidad Islámica Los creyentes sinceros beberán de una copa con agua del Jardín del Edén. Fuente de la que beberán los siervos de Dios y a la que harán manar cuando y como quieran (Generoso Corán, Sura 76 del hombre, aleya 5 y 6). En estas palabras que se pronuncian en honor y homenaje del Padre Jean-Yves Calvez, presidente de nuestro Foro Ecuménico Social, expreso mi más profundo sentimiento de agradecimiento a la experiencia de haber compartido y aprendido en el espejo de una vida ejemplar los caminos de la solidaridad, la responsabilidad, y el amor a Dios, compartido. En su larga vida navegó con decisión y claridad la compleja realidad humana, que nos acercó a través de su trabajo académico y de investigador plasmado en una bibliografía de alcance universal. Me detendré particularmente en su ejemplo de vida, de su compromiso con la fe, que abrazó en su juventud y que dio frutos hasta el último día de su vida. Fue un hombre de fronteras como buen jesuita; se expuso al Otro para conocer mas allá. Por eso estuvo en China, en Vietnam, y conoció el mundo islámico, con el que estableció un diálogo íntimo y fructífero, palpable en sus intervenciones, que siempre acercaban y agregaban instancias de apertura y comprensión mutua. Su presencia perdurará en el Foro, y en cada uno los que formamos parte. Cada uno de los miembros del Foro tomare- mos la tarea de continuar el trabajo iniciado de multiplicar el diálogo y acrecentar la responsabilidad, con las redes de solidaridad que surgen de nuestra sociedad mancillada por lo que llamaba nuestro querido presidente “las plagas éticas”. No será fácil. Su ausencia será visible por la falta de su palabra esclarecedora, pero también la sentiremos en el corazón. Es la ausencia de un amigo, dicho esto con el respeto que generó siempre en mí la admiración a un hombre singular con el que compartí preocupaciones, sueños y esperanzas para un mundo mejor. Considerándolo alguien imprescindible en el diálogo con el Islam, porque conocía los principios del Islam y compartíamos la misericordia y la redención del mensaje que Dios envió al mundo a través de sus profetas. Siempre preocupado por la injusticia que sufren los pobres y los débiles, por el derroche de los recursos naturales de nuestro mundo, que no es inagotable, por el cuidado de la naturaleza, cuyo equilibrio ponemos en peligro, olvidándonos de las enseñanzas de Dios y de lo que dice la ciencia. Su presencia en la Argentina y en nuestro Foro fue una luz que iluminó el compromiso y nuestra tarea, que permanecerá en nuestros corazones con el recuerdo de un hombre justo. • Continuaremos el trabajo iniciado para multiplicar el diálogo y acrecentar la responsabilidad, con las redes de solidaridad que surgen de nuestra sociedad mancillada. FORO •39