Revista Foro Ecuménico Social Número 6. 2009 | Page 73
Desarrollo y Diálogo
Carlos G. Walter
Educación Tributaria
Aprender a cuidar lo público
Administrador Gubernamental de Ingresos Públicos de la Ciudad de Buenos Aires
La democracia como conjunto de
valores implica el desarrollo de actitudes responsables y solidarias. Por eso,
una cultura tributaria sólida necesariamente debe estar sustentada en valores
que tiendan al bien común. Aprender a
cuidar lo público es también aprender
a construirlo y a defenderlo. El aporte
de cada uno se transforma en el beneficio de todos y las obligaciones cumplidas se transforman en necesidades satisfechas.
Cuando hace 6 años nos empezamos
a preparar para una gestión tributaria en
la Ciudad, soñábamos con hacer más
amigable la tarea de recaudar, que parece tan ingrata aunque es la que permite
que los servicios vuelvan al contribuyente. Hoy, como Administrador Gubernamental de Ingresos Públicos, y como
ciudadano, el programa Educación Tributaria es un su eño hecho realidad.
La cultura de la contribución tributaria, eje de los ingresos públicos concebidos desde la mirada solidaria, se
encuentra lejos de estar instalada en
nuestra sociedad. Vemos a diario el incumplimiento de las normas, el desinterés, la no mirada, la falta de condena social y económica para quien no cumple o
quien transgrede y hasta siente que está
haciendo una “viveza”.
Para revertirlo, la educación debe
transmitir conocimientos, pero también
promover conductas sociales referidas a
la convivencia social organizada en torno a un sistema de valores, principios
y leyes, cuyo propósito es garantizar el
respeto social y propiciar la construcción del bien común.
La escuela debe asumir la función
de formar ciudadanos competentes, capaces de sostener y defender este sistema de normas de la vida en democracia,
como base indispensable de una sociedad más justa.
Educación Tributaria es una iniciativa que ya se viene aplicando en muchos países, incluida la Argentina, pero
que nunca se había desarrollado en la
ciudad de Buenos Aires. La responsabilidad y el compromiso frente al
bien común, el profundo valor de la
solidaridad y la participación, en
definitiva la dimensión social del
tributo, son los ejes de este programa.
Una de las principales líneas
de acción tiene que ver con los
niños de edad escolar primaria. El
equipo de Educación Tributaria de
AGIP trabaja conjuntamente con el
Ministerio de Educación de la Ciudad
de Buenos Aires en el desarrollo del
programa y sus contenidos.
Las actividades comienzan con un
disparador lúdico: en este caso es una
obra de teatro, escrita y pensada espe-
Vemos a diario
el incumplimiento
de las normas,
el desinterés,
la no mirada,
la falta de condena
social y económica
para quien no cumple
o quien transgrede.
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