Revista Foro Ecuménico Social Número 6. 2009 | Page 61

Desarrollo y Diálogo La cooperación tiene objetivos y estrategias pero a algunos les puede resultar penoso pensar que vengan de afuera consultores a decir lo que hay que hacer. Ilustro con un cuento corto en relación a las consultorías. Había un campesino en una montaña viendo pastar su ganado y aparece un consultor. Un consultor puede estar ligado a estructuras de gobierno, del Estado, de partidos, de empresas, o de ONG. El consultor va en una camioneta muy bien puesta, 4x4. El campesino lo mira asombrado llegar por la montaña y le pregunta: —¿Usted qué hace aquí? —Si yo le digo qué es lo que tiene usted aquí me va a regalar un animal, le contesta. El campesino acepta. Entonces el consultor saca una computadora, se conecta con el satélite, y dice: “usted aquí tiene 263 animales, ovejas”. —Sí, reconoce el otro. —7 son negras. El campesino lo mira y le dice que sí. —70 % están preñadas, y van a parir en el mes de septiembre ¿es cierto? —Si. —Bueno, ya le dije todo. Toma su animal y se lo va llevando a la camioneta. El campesino le pregunta: —Si yo le digo qué es usted ¿me devuelve el animal? —Sí le responde, asombrado y de espaldas. —Consultor. —¿Cómo se dio cuenta? Nuestro conocimiento —Primero porque vino sin que yo lo llamara. Segundo, porque me dijo algo que yo ya sabía. Y tercero, por favor devuélvame mi perro. lo aplicamos a partir Ser facilitadores del desarrollo no es sin lugar a dudas ser ese tipo de consultor. Nuestro conocimiento lo aplicamos a partir del diálogo con otras instituciones, con otras personas que tienen la labor de llevar adelante un servicio. Nosotros no tenemos la capacidad para hacerlo todo. A partir del diálogo no se necesitan grandes pensadores, porque la gente ya sabe qué es lo que tiene que hacer, por dónde ir, pero muchas veces no tienen los medios. Si en ese diálogo no se incorpora el sector privado, la pequeña y mediana empresa, y vamos a terminar siendo consultores que nos llevamos perros de todos lados. El sector privado es la clave para el desarrollo, al que hay que asociar de manera directa a las políticas de desarrollo local. Para cerrar, algo que leí en Centroamérica, adonde viví 15 años: decía que aquel que en la vida nunca hizo nada por superarse a sí mismo, para ayudar a que otros lo intenten, nunca fue joven. Hay gente que nace vieja y muere vieja. No es una cuestión de dinero, clase social, y mucho menos de edad. Espero que la participación en este tipo de actividades como las que organiza el Foro Ecuménico Social, nos haga joven, siempre más, siempre más fuerte y siempre más lejos.• del diálogo con otras instituciones, con otras personas que tienen la labor de llevar adelante un servicio. FORO •79