Revista Foro Ecuménico Social Número 6. 2009 | Page 53
Jóvenes y Responsabilidad Social
Santiago Bilinkis
La perspectiva del emprendedor
CEO de Officenet
Tuve la suerte de pertenecer al grupo privilegiado que pudo estudiar y luego pude tener una buena inserción laboral. Podría haber trabajado en alguna
compañía multinacional, pero en ese
momento cuando yo tenía 23 años tuve
la inquietud de hacer algo distinto, de
crear una compañía, de fundar una empresa que -en el año 95, cuando esto sucedió- era muy contracultural.
Teniendo oportunidades de entrar
a trabajar en empresas grandes, todas
las personas de mi familia, mi novia en
aquel momento, todo el mundo pensaba que yo estaba loco por querer comenzar algo de cero, con todos los riesgos y
todo el esfuerzo que eso implica. Tenía
buenas oportunidades sobre la mesa de
ser empleado, pero en ese momento yo
tenia bastante claro que quería hacer un
camino diferente.
Fue así que junto a un muy buen amigo trabajamos durante mucho tiempo en
pensar alguna idea que pudiera ser la base
de construcción de una compañía, y después de un tiempo de búsqueda esa idea
apareció. De un dibujo en una servilleta
que hicimos en un almuerzo, nació Officenet, que es la compañía que junto con
Andy Freire fundamos 11 años atrás.
En ese momento no sabía que eso se
llamaba ser emprendedor. Creo que esa
palabra no estaba en uso en ese momento. Pero mirando hacia atrás, basado en
mi propia experiencia, fui decantando
que en definitiva emprendedor es aquel
que enfrentado a una situación particular que pueda ser una oportunidad de
negocio, como puede ser una necesidad
social, decide hacer algo al respecto.
Me pasó montones de veces. La idea
que condujo a Officenet, vender productos de oficina, resmas de papel, bolígrafos, no tiene nada de novedoso, nada
de genial, y sin embargo fue una empresa muy exitosa. A lo largo del tiempo
muchas personas se me acercaban y me
decían que muchas veces habían pensado hacer eso.
Entonces en la práctica yo decía de
Officenet que no fue nada tan ingenioso, sino que fue la decisión
por parte mía y por parte de mi
amigo Andrés de hacer algo al respecto, pensar que ahí había una
oportunidad y ser los primeros en
hacer un esfuerzo concertado para
aprovecharla. Encaramos ese proyecto con mucha juventud, con mucha inexperiencia, con mucha ilusión
también, y tuvimos la suerte de encontrar gente que nos apoyó, de poder acercar a nuestro proyecto gente
talentosa, además de haber encontrado una oportunidad que era buena, lo
cual llevó que la compañía creciera
mucho y prosperara.
Bastante pronto quedó claro que el emprendedorismo no se
aplica solo al ámbito de los nego-
Trabajan con nosotros
más de 700 personas
–con edad promedio
de 25 años–
de la zona
más postergada
de Buenos Aires.
FORO
•71