Revista Foro Ecuménico Social Número 6. 2009 | Page 50
Jóvenes y Responsabilidad Social
La articulación entre
los sectores sociales
es condición necesaria
y suficiente para lograr
la dignidad humana,
la gobernabilidad
y el Estado social
de derecho.
68• FORO
igualdad de oportunidades que todos
proclamamos no implica la igualdad de
todos, todo el tiempo y en todos los aspectos. Se refiere a la necesidad de dar la
oportunidad de alcanzar su cenit personal a cada uno, de crear oportunidades
sobre todo en el período de formación
de cada persona, así como a la capacidad de empezar juntos y contar con los
mejores recursos para avanzar. Si alguno
está fuera del circuito, hay que apoyarlo para que llegue a la línea de largada,
al momento del empleo o al momento
de la plenitud personal. A cada uno hay
que brindarle las herramientas para alcanzar su máximo potencial,
que son diferentes porque
somos personas distintas.
¿Cuáles son las sugerencias? Claudio Fernández Aráoz,
autor del exitoso “Rodeate de los mejores” nuevo best seller en el mundo de
los negocios, que lamentablemente entre nosotros circula muy poco, sostiene
que cuando los argentinos trabajamos
en grupo, en general dejamos de lado la
grandeza y la confundimos con la humildad. Propone: “hay que aspirar a la
grandeza, consciente y estratégicamente, y evitar la mediocridad”.
Este consejo aplica perfectamente
para el sector social, porque tenemos
que hacernos cargo de lo poco que tenemos, o de lo poco que hacemos y pese a
ello o mejor, justamente a causa de ello,
no perder de mira los modelos mayores, aquellos que han generado resultados respetables. Debemos tener la mente y las manos abiertas para asumir estos
modelos y procurar que esta condición
de éxito sea conocida, sin prejuicios, y
sea asumida por todos. Hay que pensar
con grandeza, para no achicar la mirada
y repetir todos los años los mismos problemas. Otra sugerencia radica en la necesidad cada vez más patente de trabajar
para el largo plazo, por resultados que
probablemente no veremos, con una visión firme y clara definida de antemano.
Ello facilitará actuar con disciplina de
pensamiento y disciplina de acción.
Tuvimos la experiencia de la crisis de
2001/2002 que compartimos con muchos. En ese momento me encontraba
en el mismo sector, en otra empresa. La
crisis dejó grandes enseñanzas, que están
reflejadas con los factores de creatividad,
generosidad y capacidad de reacción.
Pero también incurrimos en errores que
no debemos repetir. Uno de ellos fue
abandonar los trabajos estratégicos para
atender las emergencias y después empezar todo de nuevo, como si no tuviéramos historia ni memoria de los frutos
que se habían ido consiguiendo, de las
construcciones que se habían iniciado.
No todo lo realizado en el período
precedente ni en la década anterior fue
negativo. Ciertamente hubo errores y generamos el accidente brutal que nos llevó a la situación de 2001/2002. Por tal
razón, hay que tener disciplina para analizar las causas de lo ocurrido, discernir,
replantear y reformular, restablecer nuevos objetivos centrales; es un error abandonar la mirada de largo plazo. Si queremos ser eficientes tenemos que corregir
este factor.
Otro elemento fundamental que debe
estar presente es la articulación entre los
sectores sociales, condición necesaria y
suficiente para lograr la dignidad humana, la gobernabilidad y el Estado social
de derecho. No se trata de echar la culpa afuera; en todo caso fue un problema
que aquejó a toda la sociedad. Si Estado,
empresa y tercer sector actúan cada uno
aisladamente para cumplir sus propios
objetivos, se da lugar al caos en la sociedad. Si el Estado y la empresa se asocian y dejan al tercer sector afuera, se generan actitudes corporativas; la sociedad