Revista Foro Ecuménico Social Número 6. 2009 | Page 41
Jóvenes y Responsabilidad Social
Estela Cammarota
Promoción de la ética
y la responsabilidad social
en colegios secundarios
Profesora de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA
Voy a comentar el Programa de Pro-
moción de la Ética y de la Responsabilidad Social Juvenil para estudiantes de
colegios secundarios, que estamos llevando adelante.
Somos profesores de la Facultad de
Ciencias Económicas de la UBA, que trabajamos en el Seminario de Responsabilidad Social Universitaria, participamos
en el CENARSECS y además tenemos
actividad propia individual en cuestiones
sociales. Nos propusimos volver ciertas
las palabras que declamamos en el aula,
y hacerlo como equipo, como grupo de
personas.
Era importante introducirnos dentro
de la piel verdadera que nosotros tenemos y sentimos, que es la Responsabilidad Social Universitaria. Para nosotros,
la Responsabilidad Social Universitaria
es la aplicación conciente y comprometida del
conocimiento elaborado e investigado para aliviar las necesidades sociales, proveer a la dignidad humana y proyectar un futuro en armonía,
abundancia y paz. Es decir, es nuestro deseo el de darle un sentido real y contenido concreto, a las palabras que desde los
ámbitos académicos pueden sonar muy
bonitas, muy retóricas, pero vacías y por
lo tanto carentes de alma.
Trabajamos con el concepto de desarrollo ético, que promueve el respeto por
la cultura y opinión de las personas detectadas con alguna clase de carencia,
evitando impulsar simplemente lo que
a nosotros nos satisface personalmente. Muchísimos errores que se cometen
en nombre del desarrollo, tienen que ver
justamente con esa manera autista de
ver la necesidad del otro. Tenemos que
ser respetuosos a la hora de abordar las
temáticas sociales. Por eso, para poder
capturar esa realidad, es que siempre impulsamos un diagnóstico muy serio.
Cuando pensamos en este deseo de motorizar acciones en forma conjunta, concreta y real sobre el terreno, comenzamos por
mirarnos a nosotros mismos. En
este auto diagnóstico, como profesores, encontramos las aulas con
nuestros estudiantes frecuentemente
desanimados, apáticos, abúlicos, desesperanzados. Esta es una realidad
que nos conmueve profundamente.
Nuestros jóvenes llegan con una serie de mensajes que son absolutamente desmotivadores. Eso hace que la juventud aparezca como si tuviera los
brazos caídos, con poca energía,
cuando en realidad solamente es
el producto de lo mismo que nosotros hacemos. Todo el tiempo
los estamos atravesando con men-
Encontramos
las aulas con nuestros
estudiantes
frecuentemente
desanimados,
apáticos, abúlicos,
desesperanzados.
Esta es una realidad
que nos conmueve
profundamente.
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