Revista Foro Ecuménico Social Número 6. 2009 | Página 4
Carta del director
La solución de fondo
es redescubrir
la comunidad.
En esa línea está
el Foro aunque aun la
mayoría en el planeta
no aterriza en
ese objetivo concreto
22• FORO
Hay empresas que así lo han entendido, y se podría decir que dan algunas respuestas frente a lo que percibía en los ‘70 y observo con claridad en la actual catástrofe financiera. En el capítulo de esta publicación que presenta la RSE se encontrarán interesantes conceptos y acciones al respecto. También hay buenos ejemplos en
la descripción de las distinciones que otorga el Foro Ecuménico Social a emprendedores solidarios, y en el certamen latinoamericano, en las 2 últimas secciones de
esta edición.
El Estado y el Mercado no son suficientes para resolver los problemas sociales,
asegura el economista Adolfo Sturzenegger, y de ahí el papel de las empresas en el
campo social. Además a las compañías les va bien si las sociedades evolucionan opinó el CEO Internacional de Telefónica, José María Alvarez Pallete- y por eso él
propone contribuir a mejorar el status de vida de muchos millones de personas, «algunos de ellos en situaciones muy difíciles».
Es cierto que hay compañías que ante la crisis reducen sus programas de RSE.
Aunque –comenta Fernando Hofmann (Kimberly-Clark)– aquellas organizaciones
que viven la RSE como una manera de gestionar el negocio, en forma integrada,
continúan con las actividades en ese campo.
Las crisis pueden ser una desgracia para algunos países y una oportunidad para
otros. En el caso de los alimentos, la solución es producir más, y esa es una oportunidad para América Latina, que la Argentina hasta hora no supo aprovechar. Cinco
notas se refieren a esta cuestión.
Las empresas también pueden hacer mucho para contribuir a la cohesión social.
La herramienta probada para trabajar con ese objetivo, demuestra Silvia Fajre (ex
ministra), es la cultura. Y la RSE implica acciones en ese campo, que pocas compañías desarrollan.
También las empresas deben dar respuestas a la juventud, en articulación con
ONG, universidades y el Estado. Les dedicamos una sección. Hay grandes dramas,
pero también hay programas positivos que ofrecen soluciones. En estas páginas hay
varias notas en las que se remarca que hay que trabajar con y para ellos, porque hoy
también –como en los ‘70– son la esperanza de un cambio social.
A nivel países es la misma línea a seguir, que requiere desarrollo y diálogo, otra de
nuestras secciones, tanto en la cooperación internacional, como destaca Javier Calviño Pazos (AECID) como en el plano nacional, para pasar de habitantes a ciudadanos, la consigna que Eduardo Serantes lleva adelante en Justicia y Paz.
La solución de fondo, como reflexiona Mons. Oscar Ojea, es redescubrir la comunidad.
En esa línea está el Foro Ecuménico Social y continúa en marcha, aunque aun la
mayoría en el planeta no aterriza en ese objetivo concreto. Precisamente quienes colaboran con ese Foro buscan que esas intenciones no queden en palabras y se transformen en hechos.•
Fernando Flores Maio