Revista Foro Ecuménico Social Número 6. 2009 | Page 15

Crisis y solidaridad distribución más equitativa de la riqueza y favorezca el bien común y no solo los intereses de unos pocos, y así pueda construirse una “mayordomía” económicosocial tal que sea posible la convivencia en paz y sin violencia, es necesario una ética que dé testimonio de un mínimo de responsabilidad social y ciudadana de todas las contrapartes en discusión. Sin una disposición a dejarse cuestionar en los propios argumentos, sin disposición a evaluar las consecuencias de nuestras demandas o propuestas de solución, sin disposición de ver y considerar el todo del problema, sin disposición a renunciar parcialmente a nuestro reclamo en función de un acuerdo que beneficie a todos, no podrá lograrse la justicia que buscamos. Para lograr resoluciones justas siempre se ha de reconocer a la contraparte más débil en el debate. Reconozco que no traigo a colación nada que no se haya dicho o escrito ya en muchos lugares. Pero es mi intención refrescarnos estos planteos, para que los tengamos en cuenta en nuestros debates, en nuestras luchas en búsqueda de un ejercicio más cabal de nuestra responsabilidad social, en las empresas como en el gobierno, en las escuelas y universidades como en las ONG y las organ izaciones religiosas. Es un tema transversal que también ha de ser tomado en cuenta cuando hablamos de inversiones y particularmente de inversión social. ¡Dios nos acompañe en estas intenciones!• Es necesario una ética que dé testimonio de un mínimo de responsabilidad social y ciudadana de todas las contrapartes en discusión. FORO •33