Revista Foro Ecuménico Social Número 6. 2009 | Page 12

Crisis y solidaridad El mundo fue creado con algunas inequidades. Es nuestra responsabilidad tratar de vencerlas y hacer un mundo más justo y más solidario. 30• FORO tido de la construcción de una ética y de un sistema de valores, que nos permitan como sociedad poder entender la responsabilidad, que quienes más tenemos debemos para quienes menos tienen. El judaísmo llama a construir justicia social, en un concepto que en el mundo judío lo llamamos Tzedaká, que muchas veces traducimos como caridad. Sin embargo, tiene un sentido más profundo aún: quien tiene bienes no es dueño absoluto de todo lo que tiene, una parte le pertenece a los otros. Entonces cuando uno da, no está dando de lo suyo, sino que está devolviendo a la sociedad lo que posee sin ser dueño. En este sentido es importante poder compartir esta reflexión que cuadra en el marco de la Cátedra Abierta de Responsabilidad Social y Ciudadana, y nos trae la posibilidad de reflexionar acerca de lo valioso que tienen las tradiciones religiosas para aportar a la construcción de una sociedad más justa y de un mundo más solidario. Nos cuenta la tradición judía que el mundo fue creado en siete días. En el sexto día Dios crea al hombre, en el séptimo descansa y a partir del octavo día le toca al hombre terminar de concluir el proceso de la Creación. Aparece en nuestra tradición el concepto de reparar el mundo, lo que llamamos en hebreo el Tikún Olam: reparar el mundo quie- re decir terminar de crearlo. El mundo fue creado con algunas inequidades. Es nuestra responsabilidad tratar de vencerlas y hacer un mundo más justo y más solidario, que todos queremos y deseamos. Este es el mensaje de nuestra tradición, es un mandato que tenemos. Es una visión ética acerca de cómo debemos actuar en la sociedad. Desde la tradición judía podemos encontrar elementos que tienen mucha vigencia, mucho denominador común, mucho sentido social. Se resume en algo que sin duda es la esencia de la tradición judía, pero sin duda es también la esencia de cada una de las tradiciones religiosas. Voy a contar una última historia para terminar. Al gran sabio de su época, Hillel, un rabino muy importante, un romano no judío le habló con un espíritu desafiante: “Mientras yo estoy parado en una sola pierna –buscando una respuesta rápida – dime cuál es la esencia de tu religión?”. El rabino le contestó algo que es muy familiar para todos, que es la base del judaísmo y de las convicciones individuales de cada uno: “No hagas a tu prójimo lo que no quieres que te hagan a ti. El resto son comentarios, ahora ve y estudia”. Probablemente los mensajes éticos como denominador de congregaciones religiosas son la posibilidad que tenemos para aportar al mundo de la empresa, la universidad, la sociedad civil, para hacer un mundo más justo y más solidario.•