Revista Foro Ecuménico Social Número 12. 2015 | Page 7

Atrio de los Gentiles en la Argentina aún como a un hermano. Porque como escribía Marcel Proust (1871-1922): “El verdadero viaje no consiste en buscar nuevas tierras sino en tener nuevos ojos”. Es con esta esta mirada que el Foro Ecuménico Social, a lo largo de estos años, ha ido tejiendo vínculos y relaciones con el sólo intento de costruir puentes para que distintos actores de la sociedad puedan encontrarse y dialogar. Con este espíritu el Foro ha colaborado con el Pontificio Consejo de la Cultura en la realización del Atrio de los Gentiles en 2014 y 2015 en Buenos Aires, Córdoba y La Plata (Argentina) y en Madrid y Salamanca (España). Bien concientes que estamos en un mundo donde, a veces, todo parece remar contra una cultura de relación y de encuentro, hacemos nuestra la oración que el gran estadista italiano, Aldo Moro (1916-1978), solía hacer: “Señor, nunca veremos un mundo cumplido de justicia y de paz, pero no nos quites nunca el hambre y la sed de justicia y de paz”. Por lo tanto creemos que nuestra tarea, hoy en día, no está tanto en gastar nuestras energías en combatir las tinieblas sino más bien en prender luces porque creemos que el bien, presente en cantidad imperceptible, puede operar transformaciones decisivas por su misma presencia, como afirmaba Jesús: “El reino de los cielos es como un grano de mostaza que un hombre sembró en su campo. Aunque es la más pequeña de todas las semillas, cuando crece es la más grande de las hortalizas y se convierte en árbol, de modo que vienen las aves y anidan en sus ramas” (Mt 13,31-32). En las mesas de debate “Mística y agnosticismo”, con sus temas“Inmanencia y trascendencia”, “El misterio de Dios y del hombre”... pensaba: ¿cómo vivir este momento? Creo que la primera actitud interior es tener un profun- do respeto. Cuando Moisés se acerca a la zarza ardiente oye una voz: “Sácate las sandalias porque el lugar que estás pisando es sagrado” (Ex 3,5). Para acercarnos al misterio de Dios y al misterio del hombre se nos pide hacerlo en punta de pie y sin las sandalias puestas de nuestras seguridades. Acercarnos con mucha humildad porque el misterio, en su etimología, significa que no es algo que no se puede comprender sino más bien que está siempre mas allá de todo nuestro conocimiento como, con una imagen, el horizonte está siempre más allá de lo que nuestros ojos logran entrever. Otra actitud interior que tenemos que cultivar en este diálogo entre creyentes y no creyentes es la de la reconciliación con cada ser humano, porque como afirmaba el Papa Francisco en Florencia: “Dios y el hombre no son dos extremos de una oposición: ellos se buscan desde siempre, porque Dios reconoce en el hombre su imagen y el hombre se reconoce sólo mirando a Dios”. Y por lo que se refiere a las mesas de debate que organizamos sobre “Ética, Negocios y Bien Común”, otra vez nos ilumina lo que afirmaba el Papa Francisco en Nairobi: “La tarea de construir un orden democrático sólido, de fortalecer la cohesión y la integración, la tolerancia y el respeto por los demás, está orientada primordialmente a la búsqueda del bien común. La experiencia demuestra que la violencia, los conflictos y el terrorismo que se alimenta del miedo, la desconfianza y la desesperación, nacen de la pobreza y la frustración”. • No gastar nuestras energías en combatir las tinieblas sino prender luces porque el bien, presente en cantidad imperceptible, puede operar transformaciones decisivas. Participantes en las reuniones en la Universidad Rey Juan Carlos (Madrid). FORO •7