Revista Foro Ecuménico Social Número 12. 2015 | Page 37
Encuentro con representantes de pueblos originarios
donde el más fuerte subordina al más débil. Quieren que su cultura, su idioma,
sus procesos sociales y tradiciones religiosas sean respetados.
A los hermanos y hermanas del movimiento indígena latinoamericano, felicitarlos por buscar la conjunción de sus
pueblos y culturas, eso que yo llamo poliedro, una forma de convivencia donde
las partes conservan su identidad construyendo juntas la pluralidad que no
atenta, sino que fortalece la unidad. El
futuro de la humanidad está fundamentalmente en manos de los Pueblos; en su
capacidad de organizar y también en sus
manos que riegan con humildad y convicción este proceso de cambio.
En la Encíclica Laudato Si’ los siguientes
números:
93. San Juan Pablo II recordó con
mucho énfasis esta doctrina, diciendo
que “Dios ha dado la tierra a todo el género humano para que ella sustente a todos sus habitantes, sin excluir a nadie ni
privilegiar a ninguno”. Son palabras densas
y fuertes. Remarcó que “no sería verdaderamente digno del hombre un tipo de
desarrollo que no respetara y promoviera los derechos humanos, personales y
sociales, económicos y políticos, incluidos los derechos de las naciones y de los
pueblos”. Con toda claridad explicó que
“la Iglesia defiende, sí, el legítimo derecho a la propiedad privada, pero enseña
con no menor claridad que sobre toda
propiedad privada grava siempre una hipoteca social, para que los bienes sirvan
a la destinación general que Dios les ha
dado”. Por lo tanto afirmó que “no es
conforme con el designio de Dios usar
este don de modo tal que sus beneficios
favorezcan sólo a unos pocos”. Esto
cuestiona seriamente los hábitos injustos
de una parte de la humanidad.
94. El rico y el pobre tienen igual dignidad, porque “a los dos los hizo el Se-
ñor” (Pr 22,2); “Él mismo hizo a pequeños y a grandes” (Sb 6,7) y “hace salir
su sol sobre malos y buenos” (Mt 5,45).
Esto tiene consecuencias prácticas,
como las que enunciaron los Obispos de
Paraguay: “Todo campesino tiene derecho natural a poseer un lote racional de
tierra donde pueda establecer su hogar,
trabajar para la subsistencia de su familia y tener seguridad existencial. Este derecho debe estar garantizado para que
su ejercicio no sea ilusorio sino real. Lo
cual significa que, además del título de
propiedad, el campesino debe contar
con medios de educación técnica, créditos, seguros y comercialización”.
143. Junto con el patrimonio natural,
hay un patrimonio histórico, artístico y
cultural, igualmente amenazado. Es parte de la identidad común de un lugar y
una base para construir una ciudad habitable. No se trata de destruir y de crear
nuevas ciudades supuestamente más
ecológicas, donde no siempre se vuelve
deseable vivir. Hace falta incorporar la
historia, la cultura y la arquitectura de un
lugar, manteniendo su identidad original. Por eso, la ecología también supone
el cuidado de las riquezas culturales de
la humanidad en su sentido más amplio.
De manera más directa, reclama prestar
Ceremonia de apertura.
Hace falta incorporar
la historia, la cultura
y la arquitectura de
un lugar, manteniendo
su identidad original.
Por eso, la ecología
también supone
el cuidado de
las riquezas culturales
de la humanidad en
su sentido más amplio.
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