Revista Foro Ecuménico Social Número 12. 2015 | Page 98

Borges y la trascendencia Lucas Adur Algunas reflexiones sobre el agnosticismo de Borges Docente de Problemas de Literatura Latinoamericana en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires El Sus posicionamientos con respecto al cristianismo –y a casi todos los temas– fueron cambiando a lo largo de más de seis décadas. agnosticismo borgeano puede considerarse como uno de los lugares comunes más afianzados en la crítica sobre el escritor y resulta ineludible para pensar su relación con la tradición cristiana. En efecto, son numerosos los críticos que, retomando las declaraciones del propio Borges en distintas entrevistas (cfr. Milleret 1970:114, Vázquez 1977:107), utilizan esta categoría para definir la relación de Borges con el pensamiento metafísico en general y con la teología cristiana en particular (Kodama 1996, Lefere 1998, Pauls 2000, Sarlo 2003, Hadis 2006, Magnavacca 2009). No es nuestra intención rechazar el empleo de este concepto –aunque debe advertirse que el escritor solo lo utiliza tardíamente y en entrevistas y conversaciones; en sus textos prefiere hablar de “incredulidad” o “escepticismo”–, pero es preciso señalar que en muchos casos, los críticos aceptan el agnosticismo como un dato, un punto de partida que se da por supuesto y no se detienen en demasiadas consideraciones sobre su significado, las formas que adopta y sus implicancias en el contexto de producción y circulación de la obra borgeana. Texto completo en atriodelosgentiles.com.ar 48• FORO En este trabajo aportamos una serie de reflexiones que nos permitan precisar de qué hablamos cuando hablamos del agnosticismo borgeano y observar algunos de los efectos de sentido que este posicionamiento del escritor suscita con respecto a la teología cristiana. Para abordar el agnosticismo borgeano es necesario comenzar por puntualizar, al menos brevemente, dos cuestiones que consideramos centrales. En primer lugar, explicitar que entendemos el agnosticismo como parte de un posicionamiento de escritor en el campo literario (cfr. Bourdieu 1997 y 2003 y Maingueneau 2006). Esto quiere decir que no consideramos el agnosticismo –o, eventualmente, la creencia religiosa– como una convicción íntima del sujeto empírico –lo que, en última instancia resultaría inaccesible e irrelevante– sino como un rasgo que, interrelacionado con otros, contribuye a la construcción de una imagen pública de escritor, que tiene efectos en la recepción de su obra. En segundo lugar, es preciso subrayar, contra los que sostienen una imagen monolítica de Borges que sus posicionamientos con respecto al cristianismo –y a casi todos los temas– fueron cambiando a lo largo de sus más de seis décadas de producción como escritor. •