Revista Foro Ecuménico Social Número 11. 2015 | Page 70
Responsabilidad Social y Ciudadana
Angel Galindo
Empresa cogestionaria y
Responsabilidad Social Corporativa
Rector de la Universidad Pontificia de Salamanca
Los
López Armengol y Galindo
La preocupación
por una sociedad
participativa y por la
responsabilidad social
en el campo de
la empresa y de
la economía ha sido
larga y ha surgido
desde hace decenios
en la Doctrina Social
de la Iglesia.
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países ricos están cayendo en la fosa que desde
el siglo XIX han ido cavando por una desviada aplicación del pensamiento ilustrado.
¿Existe solución a tantos desmanes occidentales?
El hombre tiene capacidades suficientes para salir de
esta sima. Hay respuestas experimentadas en el campo económico, ciudadano
y político. Entre otras soluciones encontramos lo que los analistas actuales, entre los que se encuentra el papa Benedicto XVI en Caritas in veritate, llaman ‘la
sociedad participativa’ y ‘las empresas
socialmente responsables’. Surgen movimientos nuevos como el voluntariado,
las ONG, los fondos éticos, empresas
cogestionarias, la economía de comunión y lo que se denomina la empresa
socialmente responsable.
“En las empresas sociales y económicas son personas las que se asocian, es
decir, hombres libres y autónomos. Por
ello, teniendo en cuenta las funciones de
cada uno, propietarios, administradores,
técnicos, trabajadores, y quedando a salvo la unidad necesaria en la dirección, se
ha de promover la activa participación
de todos en la gestión de la empresa, según formas que habrá que determinar
con acierto. Con todo, como en muchos
casos no es a nivel de empresa, sino en
niveles institucionales superiores, donde se toman las decisiones económicas
y sociales de las que depende el porvenir
de los trabajadores y de sus hijos, deben
los trabajadores participar también en
semejantes decisiones por sí mismos o
por medio de representantes libremente
elegidos” (MM 408).
Tomamos este texto como punto de
partida para indicar que la preocupación
por una sociedad participativa y por la
responsabilidad social en el campo de la
empresa y de la economía ha sido larga
y ha surgido desde hace decenios en la
Doctrina Social de la Iglesia.
Esta dimensión de colaboración social a nivel planetario es hoy una realidad, una posibilidad y un reto que favorece el intercambio social entre todos.
Es digno de mención especial el creciente e inexcusable sentido de solidaridad
entre todos los pueblos. Los organismos
de los Estados y las asociaciones humanitarias favorecen iniciativas orientadas
a este fin, generalmente mediante subsidios o desgravaciones fiscales en un caso, o poniendo a disposición considerables recursos en otro. En esta situación
han surgido numerosas formas nuevas
de colaboración entre entidades estatales y sociales. •