Revista Foro Ecuménico Social Número 11. 2015 | Page 45

Borges y la trascendencia Víctor Manuel Fernández Dios en Neruda y en Borges Rector de la Universidad Católica Argentina Sabemos que Borges y Neruda estaban en las antípodas desde el punto de vista político. En 1971 Borges no quiso recibir a Neruda, porque era embajador de un gobierno comunista. A su vez, en 1973, Neruda dijo: “Pelear con Borges eso nunca lo haré. Aunque él piensa como un dinosaurio”. Sin embargo se admiraban como escritores, y lo decían. La conclusión con respecto a sus desencuentros, la ofrece Neruda: “Él no entiende lo que está sucediendo en el mundo moderno y cree que yo tampoco lo entiendo. Por lo tanto, estamos de acuerdo”. Hay otro acuerdo entre ambos, que tiene que ver su actitud ante Dios y ante Jesucristo, aunque podamos considerarlos, desde una perspectiva conceptual, agnósticos. Me interesa compararlos desde este último punto de vista. Neruda y Dios El sentido de lo divino en la obra de Neruda, aparece especialmente ligado a su relación con la mujer. Ella es la mediación más importante para que aflore la sed de infinito: “Ella sabrá aquietar mi sed divina” (Laus Deo, RI). Él no duda en comparar la presencia de ella con la de Dios habitando en el agua que corre: “Por sentirte en mis venas como Dios en los ríos” (Amor, C). Pero es mayor el deseo que el cumplimiento, y la “sed divina” no termina de saciarse en ella. (...) Borges y Dios Si en Neruda uno puede encontrar, junto al agnóstico de izquierda la pervivencia de la fe popular, en Borges el camino es diferente, porque la fuerza del no saber, que llamamos “agnosticismo”, se acentúa y se reafirma, y la impresionante amplitud de su cultura ilustrada y de su propia búsqueda intelectual pone distancias frente al acervo religioso tradicional. Sin embargo, al mismo tiempo insinúa una búsqueda personal de lo divino. “El otro, él”, obra muy apreciada por él mismo, en la cual se siente reflejado, está llena de un lenguaje religioso: “Dios no requiere para alegrar los méritos del justo, orbes de luz, concéntricas teorías...” “Al fin he descubierto [...] la letra que faltaba, la perfecta forma que Dios supo desde el principio [...] El círculo se va a cerrar. Yo aguardo que así sea” “Desde el invisible horizonte y desde el centro de mi ser, una voz infinita dijo estas cosas”. Todos estos textos remontan a una búsqueda de Dios que utiliza un lenguaje negativo, donde se rechaza todo lo que pretenda encerrar a Dios en palabras trilladas y Hay otro acuerdo entre ambos, que tiene que ver su actitud ante Dios y ante Jesucristo, aunque podamos considerarlos, desde una perspectiva conceptual, agnósticos. Gamerro, Fernández y López Baralt FORO •43