Revista Foro Ecuménico Social Número 10. 2013 | Page 71

Responsabilidad Social Angel Galindo García Empresa cogestionaria y Responsabilidad social corporativa Rector de la Universidad Pontificia de Salamanca. Teólogo, profesor en esa universidad, es autor de 28 libros y más de 200 artículos en revistas especializadas y en obras de colaboración La corrupción económica actual afecta fundamentalmente a los países ri­ cos ya que los pobres continuamente vi­ ven en este tipo de crisis por falta de lo más elemental para vivir. Los países ri­ cos están cayendo en la fosa que desde el siglo XIX han ido cavando ¿Existe solución a tantos desma­ nes occidentales? El hombre tiene ca­ pacidades suficientes para salir de esta sima. Hay respuestas experimentadas en el campo económico y político. En­ tre otras soluciones encontramos lo que los analistas actuales llaman ‘la sociedad participativa’ y ‘las empresas socialmente responsables’. Surgen movimientos nue­ vos como el voluntariado, las ONG, los fondos éticos, empresas cogestionarias, la economía de comunión y lo que se de­ nomina la empresa socialmente respon­ sable. “En las empresas económicas son personas las que se asocian, es decir, hombres libres y autónomos. Por ello, teniendo en cuenta las funciones de cada uno, propietarios, administradores, téc­ nicos, trabajadores, y quedando a salvo la unidad necesaria en la dirección, se ha de promover la activa participación de todos en la gestión de la empresa, según formas que habrá que determinar con acierto. Con todo, como en muchos ca­ sos no es a nivel de empresa, sino en ni­ veles institucionales superiores, donde se toman las decisiones económicas y soci ales de las que depende el porvenir de los trabajadores y de sus hijos, deben los trabajadores participar también en semejantes decisiones por sí mismos o por medio de representantes libremente elegidos” (MM 408). Tomamos este texto como punto de partida para indicar que la preocupación por una sociedad participativa y por la responsabilidad social corporativa en el campo de la empresa y de la economía ha sido larga y ha surgido desde hace de­ cenios en la Doctrina Social de la Iglesia Esta dimensión de colaboración so­ cial a nivel planetario es hoy una realidad, una posibilidad y un reto que favorece el intercam­ bio social entre todos. Es dig­ no de mención es­ pecial el creciente e inexcusable sentido de solidaridad entre todos los pueblos. Los organismos del Estado y las asocia­ ciones humanitarias favorecen iniciativas orientadas a este fin, generalmente me­ Hay respuestas experimentadas en el campo económico y político. Entre otras soluciones encontramos lo que los analistas actuales llaman “la sociedad participativa” y “las empresas socialmente responsables”. FORO •89