Revista Foro Ecuménico Social Número 10. 2013 | Page 28

Diálogo Intercultural Ignacio J. Navarro El más extraño de los hombres Escritor. Autor de Últimas inquisiciones. Borges y Von Balthasar recíprocos (Ágape, Bonum); El Umbral (Tiago Biavez); La alegría invisible (Ágape) y otras obras “Nadie sabe del todo lo que le ha sido dado escribir.”1 Todos No se puede soslayar la precedencia que Borges siempre le dio a la Biblia como texto superior. Esto le ocurrió sobre todo con el Evangelio. sabemos que Borges era de una sensibilidad especialísima para la lectura y que se jactaba más de los libros que había leído que de los libros que había escrito. Un libro, como toda forma estética, es espíritu y lenguaje. Borges tenía una capacidad singular para percibir desde dónde había surgido un texto, para juzgar de su “sinceridad” o “falsedad”, para saber si era un puro artificio o si había surgido de una necesidad, o de las emociones de una experiencia. Siempre dijo que un libro o una obra nos debe dar la certeza de un hombre. No se puede soslayar, entonces, a la luz de esto, la precedencia que siempre le dio a la Biblia como texto superior. Comentando a Pascal, se siente muy impresionado (físicamente, dice) por una frase, y anota: pensé que esa exclamación era de origen bíblico2. Pero esto le ocurrió sobre todo con el Evangelio. En el estudio que dedica a Leopoldo Lugones, comentando elogiosamente Filosofícula, dice, no obstante, en un determinado momento: En cambio, es difícil aprobar las parábolas en 1 Obra Poética (OP). Jorge Luis Borges. Emecé Editores. Buenos Aires. 1977. p.16. 2 Obras Completas, volumen I (OC.I). Jorge Luis Borges. Emecé Editores. Buenos Aires. 1974. p.703. 3 Obras Completas en c olaboración (OCec). Emecé Editores. Buenos Aires. 1979. p.496. 4 46• FORO las que aparece Cristo; imaginar una sola frase que sin desdoro pueda soportar la proximidad de las que han conservado los evangelios, excede, acaso, la capacidad de la literatura3. En el prólogo que escribió para la Obra Crítica de Pedro Henríquez Ureña, plantea la dificultad de comunicar lo que ha significado plenamente un maestro y no tan sólo sus palabras o doctrinas: Maestro es quien enseña con el ejemplo una manera de tratar con las cosas, un estilo genérico de enfrentarse con el incesante y vario universo. La enseñanza dispone de muchos medios; la palabra directa no es más que una. Quien haya recorrido con fervor los diálogos socráticos, las Analectas de Confucio o los libros canónicos que registran las palabras y sentencias del Buddha, se habrá sentido defraudado más de una vez; la oscuridad o la trivialidad de tal o cual dictamen, piadosamente recogido por los discípulos, le habrá parecido incompatible con la fama de esas palabras, que resonaron, y siguen resonando, en lo cóncavo del espacio y del tiempo. (Que yo recuerde, los evangelios nos ofrecen la única excepción a esta regla)4. Fuera de los textos, a Borges, conversando una vez en un reportaje radial, le pidieron que nombrara a un novelis- Prólogos. Jorge Luis Borges. Torres Agüero Editor. Buenos Aires. 1975. p.84.