Revista Foro Ecuménico Social Número 10. 2013 | Page 111

Inserción laboral de jóvenes Pastor Federico H. Schäfer Una reflexión sobre la desocupación juvenil Iglesia Evangélica del Río de la Plata Desocupación y subocupación son problemas que afectan hoy por hoy a casi todas las sociedades globalizadas de nuestro planeta. Las causas son sin duda diversas y complejas y como en anteriores revoluciones industriales, reflejan una inadecuada adaptación de las estructuras laborales de las sociedades a las innovaciones técnicas de nuestros tiempos. La búsqueda de la optimización de las ganancias genera en este contexto, contradictoriamente, pero igual que antaño, que muchos de los que conservan ocupación estén sometidos a explotación y hasta se continúe recurriendo al trabajo infantil. Así como las causas son complejas, también la búsqueda de la superación del problema supone la aplicación de complejas reestructuraciones socioeconómicas, cambios de mentalidad y fuerte voluntad política. No soy técnico especialista en esta materia, ni en términos de diagnosticar en detalle las causas en lo que hace al tema en nuestro país, ni en términos de proponer soluciones. De ello se ocuparán los ponentes invitados a las cátedras. Como religioso apenas quiero aportar mi reflexión sobre el particular con la esperanza de contribuir a un eventual mejor enfoque del tema. Como Foro Ecuménico Social nos está ocupando ya desde hace varios años especialmente el subtema de la desocu- pación juvenil, es decir de aquellos que se encuentran en el umbral de la integración al mundo laboral, pero no lo pueden traspasar. Dos realidades se les oponen a los jóvenes: No solo la generalizada relativa escasez de puestos de trabajo, sino la falta de las habilidades teórico-prácticas para responder a las demandas laborales existentes. Esto no es ningún pecado, ya que nadie nace sabiendo y por otro lado un mundo cada vez más tecnificado exige trabajadores y profesionales cada vez más calificados. Entonces, la solución del problema parece estar en primer lugar en la educación, en la capacitación de la gente joven. Pero tropezamos aquí con la dificultad, de que las escuelas públicas y privadas corrientes, incluso en su nivel secundario, transmiten saberes de la cultura general, que no alcanzan para satisfacer las exigencias laborales actuales cada vez más especializadas. Más escuelas técnicas y cursos adicionales de aprendizaje específico que sirvan de puente entre la graduación escolar y el acceso a un trabajo son hoy por hoy imprescindibles. Gracias a Dios hay muchas organizaciones del tercer sector, pero también empresas conscientes de su responsabili- Una de las tareas que se ha impuesto nuestro foro es sensibilizar a empresas y ganarlas para estas acciones tendientes a facilitar el empleo a gente joven. Pero estos ponderables esfuerzos todavía están lejos de paliar el enorme déficit que sufre nuestro país. FORO •129