Revista Foro Ecuménico Social Número 10. 2013 | Page 60
Crisis ética y economía
El enfoque de
la gerencia social
considera a la empresa
como una fuente de
empleo y no solo
como un dispositivo
formal y productivo
orientado hacia
objetivos de
rentabilidad.
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“buscamos significados” mediante la interpretación de señales del entorno que
también nos lleva a construir dicho entorno, c) “tenemos sentimientos” y desde la confianza y las creencias aportamos creatividad a la empresa.
Enfrentando tensiones
y dilemas
En una realidad compleja, la dirección se encuentra frente a relaciones y
procesos que se articulan de modo virtuoso, como la educación en el empleo.
Pero hay también situaciones
contradictorias de carácter estructural. Por caso, la dualidad
en el cambio tecnológico, cuando un nuevo equipamiento lleva
a despidos o riesgos de contaminación. Desde la visión mecanicista el discurso refiere a los dilemas de la evolución, los procesos de mejora continua o
racionalización en un entorno desafiante y competitivo. Desde lo social esas
razones no implican la resignación de
valores. Aún así hay un compromiso y
margen de maniobra, buscando decisiones que eviten la exclusión.
Como enfoque sustantivo para estas crisis asociadas a la innovación, el
enfoque social lleva a evaluar el cambio
tecnológico buscando alternativas que
generen el menor impacto negativo o
mejoren el nivel de empleo en la comunidad. Quizás ello requiera un diálogo y
acuerdos entre empresas con la mediación de organismos de regulación de los
mercados. Un diálogo enmarcado por la
búsqueda del bienestar general y la plena ocupación de las capacidades humanas, y no solamente instalando acuerdos
para aumentar los niveles de productividad en ciertas empresas, aisladas de la
problemática social de su contexto.
El enfoque de la gerencia social considera a la empresa como una fuente de
empleo y no solo como un dispositivo
formal y productivo orientado hacia objetivos de rentabilidad. Trata de articular y buscar puntos de encuentro entre
objetivos que aparecen como dispersos
y que responden a fines e intereses diversos. La idea de la gerencia social es precisamente una búsqueda de integración
de estas capacidades humanas y factores productivos, considerando también
la misión de la empresa en su contexto.
En cuanto a la cuestión de la significación de los mensajes, refiere al doble
discurso del emisor y la disonancia (reserva, divergencia) que provoca en los
receptores. Los directivos no dicen lo
que piensan (propósitos no declarados)
y frente a ello los empleados aceptan los
mensajes solo en el plano de lo manifiesto al tiempo que resisten sus contenidos
en el plano de lo connotado o subyacente. Estas dualidades devienen de proyectos encontrados, pero también del hecho
que los actores viven realidades (necesidades) diferentes aunque conviven en
“la misma” organización.
Por ejemplo, el directivo considera a
los contratos flexibles como una posibilidad de crecimiento para la empresa,
al tiempo que el empleado acepta esas
cláusulas con la angustia propia de quien
ingresa a un ambiente de inseguridad laboral. Un conflicto en la fabrica es visto por el gerente (mecanicista) como un
golpe a los indicadores de producción,
al tiempo que el trabajador lo entiende como una reivindicación de sus derechos laborales y una expre sión de su
existencia como individuo (no como recurso).
Desde lo social, la idea en el plano
de las comunicaciones y en situaciones
conflictivas, es explicitar los principios
de justicia y equidad que deben regir a la
relación laboral, y en ese contexto construir los lazos comunicativos. Es insta-