Revista Faro | Agosto 2020 Edición No. 41 | Page 23
DESARROLLO HUMANO
2. ANÁLISIS DEL CONTEXTO
Con una actitud de apertura auténtica es más sencillo revisar de manera objetiva los factores que nos están
generando burnout. Éstos pueden ser tan amplios como el entorno socioeconómico global o tan cotidianos
como nuestras rutinas, tareas o relaciones laborales.
Al hacer este ejercicio, es importante clasificar las variables en externas e internas para identificar cuáles
dependen de nosotros, cuáles no y, en esta medida, establecer si podemos generar acciones para modificarlas,
controlarlas o reducirlas; o bien, si debemos aprender a lidiar con ellas.
Cuando tenemos un nivel de estrés elevado, hacer este análisis es complicado. Por eso, puede ser muy útil
buscar el apoyo de nuestro círculo de soporte o de un experto.
3. ENFOQUE POSITIVO
El burnout se produce, principalmente, en la mente. Por eso, para vencerlo, es muy importante cuidar el
tono y la intención de lo que pensamos. Tener diálogos negativos con nosotros mismos nos envuelve en un
círculo vicioso donde el agotamiento mental se hace cada vez más fuerte con nuestros propios pensamientos.
Una práctica que podemos aplicar para transformar nuestra mentalidad en positiva es remplazar el “No” por
el “¿Cómo sí…?”. Por ejemplo, si notamos que nuestra cabeza está diciendo “No lo voy a lograr”, intentemos
sustituirlo por: “¿Cómo lo voy a lograr?”. Así, podemos comenzar a encontrar respuestas innovadoras a los
problemas que nos están provocando tensión.
4. COLABORACIÓN CONSTRUCTIVA
Gestionar a un equipo de manera efectiva no significa tener el control absoluto sobre cada acción de sus
integrantes. Por lo contrario, este comportamiento sólo genera más estrés y carga de trabajo para el líder.
Además, reduce la productividad de todo el grupo y limita el potencial que los colaboradores podrían desarrollar
involucrándose en proyectos y tomando decisiones.
Trabajar de manera colaborativa, en foros multidisciplinarios donde se proponen soluciones para un problema,
ayuda a los líderes a aligerar sus cargas. Delegando más y controlando menos contaremos con más
tiempo para enfocarnos en la estrategia, al mismo tiempo que atendemos nuestra vida personal y empoderamos
a nuestra gente con responsabilidades mayores.
*Universo Capital Humano
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