Revista Especies 1-18 ene-mar 1-18 | Page 35

sistema; sin embargo, lo complejo de la técni- ca radica en los múltiples factores que deben coincidir para lograr una buena fotografía. La esencia de esta técnica es que nun- ca verás a través de la cámara, se debe imaginar todo: imaginar por dónde va a pasar el murciélago y con ese mapa mental encuadrar, calcular la trayectoria y veloci- dad del murciélago, la velocidad de retraso entre la activación del sistema y el disparo de la cámara, la potencia de los fl ashes es imprescindible para realizar congelados perfectos, la orientación y distancia, la óptica adecuada, se dan por sentado el dominio de los parámetros, apertura, velocidad y sensibilidad, además de la gran improvisación y paciencia que de- manda para su instalación en condiciones incómodas y riesgosas, ya que todo se debe adaptar al sitio. ¡“Las catabumbas” reunían todo lo necesario para lograr la fotografía! Después de varias horas, en medio de risas, groserías, frustración, emo- ción y hasta fe, por fi n dejamos listo el sistema infrarrojo en una de las salidas de las galerías de infi ltración. Justo al terminar, comenzaban a revolotear los murciélagos y cuando ya caía la noche, vimos el primer destello. ¡Funciona, fun- ciona! Nos quedamos viendo cómo tra- bajaba el sistema y el comportamiento de los murciélagos y en ese momento pude hacer algunas correcciones. Desde los primeros disparos se lograron fotos buenas, increíble después de tantos años sin usarlo. No lo podía creer. Esta fue sin duda una de las experien- cias fotográfi cas de las que más bellos recuerdos y evidencias tengo. El fotógrafo La fotografía de naturaleza ha demostrado ser un gran aliado en la conservación, es el complemento inseparable de las investiga- ciones, la educación ambiental, la ciencia ciudadana, así como de personas e ins- tancias preocupadas por la conservación. Las imágenes tienen la cualidad de llegar más lejos que otros medios de co- municación, una fotografía tiene el poder de cautivar, asombrar y con ello despertar El murciélago magueyero menor, se alimenta del néctar y polen de fl ores de los agaves tequileros, pulqueros y mezcaleros. Ya no es una especie amenazada gracias, entre otras acciones, a la educación ambiental 33