Revista Espacio Freak E.F.: la revista [Numero 01] | Page 77
E.F.: la revista | Blog is War| Este texto de aquí arriba representa estupendamente a muchos fans del manga y al anime actualmente. Fans que aman mucho su afición, pero fans que dependen mayormente de medios poco legales para conseguir acceder a las obras que les gustan. No, esto no es una clásica crítica al “todo gratis“, allá cada cual que haga lo que quiera y no soy nadie para criticarles, como os parecerá evidente. No, el problema no es ese. El problema es que hay ciertas ocasiones en las que es imposible evitar pensar que el fan medio del anime y el manga no comprende que su afición es en el fondo una industria, un negocio, y como tal ha de ganar dinero para mantenerse. Es estupendo que cada cual disfrute de su serie semanal, o de su manga favorito que no está licenciado en su país, o de lo que buenamente quieran y como puedan. Pero cuando se hace eso hay que aceptar en qué lado de la industria se está y cuándo importa uno a la misma. ¿Cuántos comentarios tachando de usureros a autores/estudios se pueden leer en webs como esta? Montones. Podéis ir leyendo los comentarios de este blog y encontrarlos periódicamente. Podéis ir a cualquier otra web que visitéis habitualmente y os encontraréis lo mismo. Toda esta industria del entretenimiento que es el manga, el anime, los videojuegos japoneses, las novelas… es un negocio que se alimenta de la popularidad de una obra e intenta trasladar esa popularidad al resto de medios adyacentes. Un buen ejemplo son muchos animes famosos, que en su mayoría proceden de mangas o novelas que anteriormente ya habían obtenido el éxito en su respectivo medio. ¿Que un manga vende bien y gusta a la gente? Se hace un anime intentando copiar ese éxito y vender también muchos BDs de la serie. Y si el anime es popular, se crearán productos alternativos como OVAs, películas o montones de merchandising. ¿Cuántas novelas populares se adaptan al manga y luego al anime? ¿Y del anime al videojuego? ¿Cuántas adaptaciones hay? Montones, porque así es como funciona la industria. Porque así es como debe funcionar para mantenerse viva. Si bien es cierto que no son pocas las veces en las que se nota que un producto derivado se ha hecho deprisa y corriendo, como un juego que adapta con poca calidad un anime, ese producto hay que tener en cuenta que va orientado a un mercado que gusta de esas cosas. Yo por lo general no tengo ningún interés en juegos derivados de anime como Vividred Operation para PlayStation 3 o Magi para Nintendo 3DS, por poner dos ejemplos algo recientes. Tampoco tengo interés alguno en el juego de iOS de Silver Spoon. Pero es normal que no me interesen: esos productos no van dirigidos a mí. A estas alturas ya sabemos de sobra que los japoneses y los occidentales no solemos compartir gustos, y lo que es más, los occidentales somos en su mayoría un grupo extraño y externo a todo lo relacionado con el manga y el anime. Sí, a la larga importamos, pero la prioridad es siempre el mercado japonés, el mercado importante de verdad. Un manga que vende muy poco en Japón va a ser cancelado por muchos fans que tenga en occidente. Un anime que vende 400 tristes BDs en Japón no va a tener segunda temporada por mucho que se lo hayan descargado fansubeado miles de fans occidentales. No importamos. No importamos en la industria original. No al principio. Si esos productos van dirigidos al mercado japonés, ¿por qué quejarnos si nosotros no vamos a comprarlos? Es más, si de verdad nos gusta una obra y admiramos el trabajo de su autor, ¿qué tiene de malo ver cómo disfruta de su éxito, de ver que gana más con eso que nosotros pensamos que es de calidad? Ante esta última pregunta sale a relucir muchas veces el egoísmo de algunos fans con frases como “es que bajará la calidad de su obra“, o “la alargará innecesariamente solo para ganar más dinero“, “es un vendido“… Nuevamente se olvida que el autor de manga, o de novelas, lo es porque le gusta, pero también lo es porque es su trabajo y gana dinero con ello. Si su obra tiene éxito y consigue que guste más a los fans, generando productos alternativos y ganando más dinero en el proceso, ¿no habrá conseguido el autor lo que quería? ¿Vivir de lo que hace y alcanzar el éxito? No podemos esperar que la industria del manga y el anime funcione en base a la buena voluntad, ni en base a las opiniones que tenemos en occidente. Claro que podemos criticar que a veces se exceden generando subproductos de dudosa calidad, pero no podemos quejarnos de que “solo quieran ganar dinero”, porque si no ganasen dinero, nosotros tendríamos que buscarnos otra cosa a la que aficionarnos. ESCRITO POR HAZU