En estos momentos, son muchos los historiadores españoles que ponen en duda el aclamado encuentro en la Universidad de Salamanca con el general Millán- Astray y Unamuno el 12 de octubre de 1936 con su mítica frase “Venceréis, pero no convenceréis.”, pues no está tan claro si el discurso del escritor fue tan épico como se recuerda, pero, aun así, Amenábar se lanza una vez más con el reto de ponerlo en pantalla.
Desde el comienzo de la película se observa claramente la personalidad del escritor, pues es cambiante y no tiene ideología clara. De este modo observamos perfectamente su desconcierto ante los cambios que están a punto de producirse en España. Se muestra el desacuerdo de Unamuno con las decisiones de la República, a pesar de ser republicano, y cómo dona una gran suma de dinero al ejército que finalmente acabaría en manos de los sublevados. Con esta acción, el bando sublevado toma a Unamuno como aliado y le permiten mantenerse como rector de la Universidad durante la guerra. Este derecho terminará cuando en el paraninfo de la Universidad en el Día de la Raza los falangistas abran los ojos del escritor mostrando sus verdaderas intenciones. Fue entonces cuando Unamuno dio una clara argumentación en contra del movimiento sublevado y de su ideología y mostró la incapacidad del general fundador de la Legión de argumentar a favor de lo que creía. Ese pudo ser el día de su muerte si la mujer de Franco no le hubiese sacado de allí. A pesar de todo, tras ese momento fue cesado de sus ocupaciones como rector y murió dos meses más tarde en su casa.
La película está hecha medida de la importancia del asunto y muestra claramente lo difícil que fue creer, incluso para un pensador del nivel de Unamuno, que algo tan espantoso pudiese ocurrir en un país libre liderado por la República. Pero ocurrió y el director cuenta la historia tal y como fue sin manipularla. Recomiendo mucho ver esta película pues es una forma de aprender del pasado y entender el presente.
Carlota García, alumna de 2º Bachillerato