Que no os engañen los dibujos tan simpáticos que veis en la foto porque, aunque sea una película para todos los públicos, está cargada con un trasfondo de emoción y el miedo a perder la infancia. Esta película pone cara y voz a nuestras emociones en un momento crucial de la vida, la adolescencia. Muestra un cambio continuo y cómo las emociones dejan de ser tan básicas y empieza una lucha para comprendernos a nosotros mismos.
Cuando vi esta película en el cine me emocioné muchísimo porque, como adolescente que soy, me vi muy reflejada en Riley y los problemas que tiene durante su cambio. Desde mi punto de vista, la película muestras la relatividad de la gravedad de los problemas porque, por mucho que lo neguemos, los más jóvenes tienen problemas que suponen un mundo para ellos, como dar respuesta a la pregunta ¿qué me pasa?
La recomiendo muchísimo, saldrás emocionado cunado la veas.
Carlota García (Alumna 1º bachillerato)