ENTREVISTA
“Renovándose en el éxito”. Ese podría ser un
buen eslogan para Haras San Patricio, hoy a
cargo de hijos, nietos y bis nietos del inolvida-
ble Fernando Coloma Reyes, ese abogado de
timbre agudo que siempre se daba un minuto
para conversar con la prensa y entretenernos
con la historia que encerraba cada nombre
con que bautizaba a sus productos. Como el
de la Espada Toledana, por citarles sólo uno.
Verdaderamente, con él se aprendía, recibién-
donos más de una vez incluso en su oficina
misma en pleno centro de la capital.
Podíamos discrepar en algunos temas, pero
ahí estaba siempre, jamás negando el saludo
y menos rehuyendo una conversación, las
que solían ser placenteras y llenas de sabidu-
ría. Acaso eso sea también lo que en el mer-
cado hípico tengan presente en la actualidad,
manteniendo sus herederos el sello y sumán-
dole los conocimientos que la tecnología y
medicina moderna permiten en los tiempos
que corren. Gran parte de esa tarea pasa por
Francisca Coloma, nieta del ex director pal-
meño, hija de Fernando Coloma Correa, el ex
Superintendente de Valores y Seguros. Abor-
dada por El Turf.com nos resumió lo que fue
la subasta de Haras San Patricio del 31 de Julio
último realizada en Feria de Criadores, como
también el desafío de mantenerse en el tiempo
como criadero.
“Estábamos confiados de que nos iría bien
porque los caballos se presentaron lindos y
vienen de buenas sangres. Son potros proba-
dos (Monthir, Boboman, Passion For Gold y
Sarrazo) y otros de primera generación (Ry-
dilluc, Papelón y Shanghai Bobby), habiendo
seleccionado piezas para todos los gustos.
Esperemos que sus descendencias salgan
buenas. Piensen que esto no es uno más uno,
no es algo matemático, de lo contrario, sería
muy simple. Pero les pusimos buenas yeguas,
lo cual es una variable probada. Cuando uno
hace bien la pega, la suerte suele acompañarte.
Siempre una buena selección de yeguas ayuda
a reducir el riesgo y nosotros buscamos que
sea 50% padre y 50% madre. Varios de los
productos rematados pesan más de 500 kilos.
Aprovecho la ocasión para desearle mucha
suerte a nuestros clientes que confiaron en
nosotros”.
La tradición se mantiene. Ya desde la mues-
tra misma realizada el sábado anterior a la
subasta, clientes reconocidos y otros nuevos
se mezclaron para contemplar la hermosura
de cada producto. Por supuesto que no todos
alcanzaron las cifras deseadas en el martillo,
defendiéndose especialmente las yeguas, algo
que se entiende. Como también que hoy por
hoy muchos establecimientos tradicionales
como el mismo San Patricio y otros, deban
adoptar un rol secundario al ver cómo Paso
Nevado y Don Alberto acaparan el mercado,
logrando precios elevados no acordes a la rea-
lidad del sector ni a los premios que ofrecen
los hipódromos:
“Nosotros criamos a todos los potrillos por
igual”, señala Francisca Coloma. Profundi-
zando que “todos los finasangre comen las
mismas cosas y tienen nuestra dedicación
completa. Son caballos bien criados, con
buena alimentación, con gente buena en el
campo que ha estado encima de sus cascos y
sus herrajes, que los ha cuidado de acuerdo
a sus necesidades. Estamos tranquilos con lo
que hacemos y eso la gente lo siente y lo ve.
Saben también que uno está constantemen-
te perfeccionándose para ir de acuerdo a los
nuevos tiempos, aunque es indudable que la
figura del abuelo estará siempre muy presente
en todo esto y se extrañará su presencia. Nos
ha dejado un legado que cuidar y mantener,
transmitiéndonos con su ojo crítico ese amor
por siempre buscar y estudiar. Ya son cua-
tro generaciones de Coloma en la hípica y la
crianza. Un orgullo”, enfatiza.
La actual realidad de los remates invita indi-
rectamente a apuntar los pasos a lograr re-
sultados en las pistas más que pretender un
gran precio en las subastas. Eso lo tenían muy
claro los Coloma, ratificándose después en la
ceremonia pública, donde enfrente estuvieron
sentados compradores avezados con nova-
tos, los que como es de esperarse, buscan un
campeón a un precio accesible. Al respecto,
Francisca Coloma nos hace una confesión sa-
ludable:
“A mí me gusta mucho que los caballos bara-
tos le ganen en las pistas a los grandes precios.
O cuando ganan los clásicos los caballos de
físico pequeño. Esta es una actividad que aún
mantiene la tradición familiar, entonces que
el de dos millones derrote al de cien, es una
incertidumbre que se disfruta. Yo trato día a
día de hacer las cosas bien en mi pega, siendo
transparente y sin tratar de inventar nada irreal.
¡¡¡El premio a la eficiencia que hemos recibido
es un reconocimiento a nuestra labor!!! Como
ven, esto no es sólo plata. Es investigar, bus-
car, insistir. Y el que los clientes tengan claro
que somos transparentes y honestos, es el me-
jor precio que podemos lograr”, concluyó.
AGOSTO 03, 2018 | REVISTA ELTURF.COM /
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