Revista Elevación Nº6, Marzo 2015, 2ª Quincena. | Page 5

El Ángel de la Aceptación Un Ángel que se especializa en ayudarte a confiar en el proceso divino, a tener fe en tu futuro y en el futuro del mundo, y a aceptar que la voluntad y el plan de Dios son extremadamente buenos, es el Ángel de la Aceptación junto con el Ángel de la Paciencia. Este Ángel es de naturaleza femenina. En la mitología griega se la conocía como Iris, “la diosa del Arco Iris, dotada de alas doradas y mensajera de los dioses... Era la encargada de transmitir a los hombres las órdenes de los dioses, viajando por el camino del Arco Iris”. También se la llamaba Reina de los Cielos y se dice que era la mensajera habitual de la Reina de los Dioses, la guardiana de los Misterios. Examinemos un poco las palabras clave que acabamos de ver: El arco iris representa el canal o pasaje entre el reino de la tríada espiritual o divina conciencia y la personalidad, y es también el camino que recorre Iris al traer los mensajes que provienen de lo alto. El arco iris también simboliza el signo de la alianza que se describe en el Génesis (9:13-15), por lo que este Ángel es también el Ángel de la Alianza, lo cual significa que el mundo de un individuo no será inundado por el diluvio de la negatividad, si ese individuo encarna las cualidades de este Poder Causal. ¿Y en qué consisten esas cualidades? En tener un sentido de proporción en la vida, junto a la capacidad de mantenerse con firmeza y equilibrio en el camino espiritual mientras la vida nos hace oscilar hacia atrás y hacia delante, entre el polo positivo y el polo negativo. En la cualidad de practicar la moderación en todas las cosas y de no caer en el fanatismo, independientemente de la pasión o devoción que sintamos hacia una determinada actividad. En la fuerza que nos capacita para concentrarnos en la dirección espiritual y para seguir el plan de la vida, mientras se va desarrollando y nos revela los objetivos cada vez más grandes e importantes por los que debemos luchar. ¿Acaso un diluvio de pesimismo y de escenas que representan lo peor que puede llegar a suceder podría sumergir a una persona así? No, de ninguna manera, pues cuenta con la poderosa ayuda de este Ángel. Su nombre de “Reina de los Cielos” se refiere al principio femenino en la conciencia de la personalidad recta, al sentimiento de la verdad espiritual que anida en un individuo cuya conciencia y comprensión se basan fundamentalmente en los valores superiores. Como una “mensajera de los dioses”, su tarea principal siempre consiste en recibir y transmitir las verdades espirituales que le comunica la “Reina de los Dioses, la Madre del Mundo, es decir, el tercer aspecto de la Trinidad: el Espíritu Santo.” Este Ángel representa el vórtice o remolino a través del cual, la expresión de las energías de aceptación y paciencia, han de ser extendidas a la mente y al corazón del individuo. La palabra aceptación significa consentimiento y estar de acuerdo con Dios, en que los seres individuales son divididos, es decir el reconocimiento del Yo como forma de una expresión de Dios. La aceptación es la máxima entrega, la aceptación de la Presencia de Dios en ti como tu YO. Es a través de esta aceptación que la personalidad cede su lugar a la individualidad. Sí, Iris no sólo nos recuerda quiénes somos y qué somos, sino que también nos proporciona la tenacidad para mantenernos firmemente en el camino espiritual hasta que la experiencia de la realización – la comprensión absoluta de nuestra verdadera identidad – comienza a despertar en nuestra conciencia. Cuando su energía se encuentra bloqueada, lo cual se debe, por lo general, al temor al futuro y a la falta de confianza en el proceso divino, el individuo encuentra dificultades Revista Elevación “La señal de que no amamos a alguien es que no le damos todo lo mejor que hay en nosotros.” Paul Claudel (1868-1955) Escritor y diplomático francés. 5