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hasta la economía, la cultura y política. Esto, pone de manifiesto, que los estudios en comunicación
sugieren un análisis desde diferentes ámbitos académicos, son híbridos y requieren de una
estructuración lógica de todos los elementos que la componen.
Así mismo, el texto expone una postura crítica a partir de la que se comparan los estudios de las ciencias
sociales, con las ciencias naturales, haciendo énfasis en la legitimidad que tienen los científicos como
productores de conocimiento-que se garantiza como objetivo-puesto que
se genera mediante
investigaciones en ciencias naturales. En cambio, en el ámbito de la comunicación intervienen diversas
disciplinas a través de las cuales se generan conceptos subjetivos para el abordaje de la investigación,
lo cual sugiere una “encrucijada” en cuanto al carácter epistemológico de la misma.
Laura: Una de las polémicas del autor era que en el siglo XX y finales del XIX los científicos,
encargados de estudiar las ciencias sociales y la comunicación no se ponían de acuerdo con su labor y
finalidad, es decir los comentarios y teorías que postulaban ante la sociedad con respecto a este tema
se contraponían. En esa época no le encontraban importancia y estudio a las ciencias sociales y la
comunicación porque pensaban que eran áreas superficiales y ambiguas, las cuales no merecían
protagonismo.
Mary: El autor después de abrir la discusión en torno a los estudios de la comunicación y teniendo
como apoyo la teoría de Bourdieu sobre los campos, se da cuenta que es una discusión que sigue y
seguirá vigente, porque no es suficiente en la era de la pos autonomía. Volviendo para él nuevas
cuestiones como ¿Hacia dónde vamos? Por delante del eterno ‘¿qué somos?’.
Marcela: Una de las polémicas que plantea el autor es el momento en donde se produjo una ‘mutación’
epistemológica, donde las disciplinas como mecanismos de compartimentar los saberes son puestas en
cuestionamiento por cruces entre ámbitos del conocimiento que, en las primeras décadas del siglo XX
y en las últimas del XIX, habían sufrido la llamada ‘vigilancia’ epistemológica como forma de mantener
esa separación entre disciplinas (consideradas como ciencias), artes y filosofía. La comunicación, en
ese contexto, surge como área de conocimiento e intenta consolidarse en esa época (Marques de Melo,
2007). Es, por tanto, parte de la transformación, pero, también, de la crisis.