Revista El Uru nº 56 | Page 11

como los otros por un oficial de la guardia , sube la escalera que lleva a una galería abierta con baranda , desde allí se puede visualizar el patio .
Abajo está el pelotón formado en U en torno al banquillo . Los soldados que conforman él mismo están vestidos de rigurosa gala , por detrás de éstos se han ubicado muchos de los espectadores que como Albino han venido a dar fe con su presencia de lo que están por presenciar . Desde donde se ha ubicado puede observarlo todo , la gente que está en la planta del patio ha venido muy bien ataviada , a él le parecen gente de buen vivir . También -según alguien comenta- se han hecho presente la prensa y autoridades . Ya casi es la hora y presintiendo el momento se ha hecho un gran silencio . Repentinamente el silencio se interrumpe con un chirriar de cadenas sobre el suelo .
Una imagen fantasmal paraliza a la concurrencia . Por entre el camino que ha dejado la tropa y de frente donde Albino se ha colocado , comienza a aparecer la silueta del condenado . Está vestido de negro y lleva la cara descubierta , avanza lentamente rodeado por la guardia . A su lado se encuentra el capellán de la cárcel , el Padre Pons .
A pesar de la distancia que ahora les separa , Albino logra reconocerle , como antes lo hizo al ver las fotos en la prensa . Supo que le conocía de haberle visto en la calle , cerca del corralón propiedad de su patrón . El condenado es Antonio Chanes , quien en el mes de julio y de forma brutal asesinó a su madre de cuatro puñaladas mientras dormía . En esos encuentros fortuitos que cree no fueron más de dos , le pareció un hombre tranquilo y hasta le había saludado , nomás por cortesía . Es por eso que le ha costado entender el porqué de tanta saña , aunque nunca le juzgó mal , más bien ha sentido mucha pena por él a causa de todo lo que últimamente se dijo en torno al caso .
Según le habían dicho lo que empeoraba la situación del reo , llevándole hasta la instancia de ejecución , fue que para los entendidos se trataba de un asesinato con agravantes . Un homicidio realizado a sangre fría en un impulso de brutal ferocidad , sobre la persona de su madre y aparentemente sin móvil alguno . Muchas fueron las discusiones antes que el Juez diera a conocer públicamente la condena : pena capital por fusilamiento . Algunos jurados y otros implicados , entre ellos la defensoría , entendían que quizás Chanes se encontrara dentro de esos seres tildados de anormales . En tal circunstancia hubiera podido ser absuelto , es por eso que hechas las pericias requeridas para el caso los médicos concluyeron que esto no era así y que
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