Revista EL MOLINO Revista EL MOLINO -Verano 2019 | Page 2
La mujer se ve ante todo
legitimada en su feminidad, por la
dulzura y la belleza que dispensa en
torno de sí y por la perpetuación de la
vida que permite.
En un Occidente que está en
decadencia, pues ha perdido sus
referentes morales y religiosos, es vital
que la mujer recobre su sentido y su
consciencia espiritual con la creación y
el futuro que de ella misma se origina; a
través de todo lo esencial y grande
arraigado en nuestra tradición,
rescatando la moral y los valores
perdidos, distinguiéndose y elevándose
la belleza y la labor de su alma.
Año I. Nº 2. VERANO 2019
Reproducido
e
impreso
en
Castellón, España .
El sentido de la familia
y el arraigo
La familia nos entrega sentido de pertenencia e
identidad. Conservamos un sentido de pertenencia a algo, ya
es por el origen racial, cultural o de lugar, nos sentimos
pertenecientes a algo mayor. La familia nos entrega esa
identidad desde muy temprano.
La familia nos entrega valores y creencias.
Aprendemos a relacionarnos con otros desde nuestra infancia. Es
realmente significativo que, desde donde partimos, marcará nuestra visión y
comportamiento futuro hacia el mundo que nos rodea.
Fotografía de portada:
Campamento de verano en Austria.
EL MOLINO es una publicación
especialmente creada para la mujer.
https://
mujertradicionculturaeuropea.
webnode.es
La familia influye de manera trascendental en las distintas áreas de
nuestra vida, en quién somos y quién seremos. Nos enseña (o no) a desarrollar
nuestra autoestima, donde aprendemos cómo reaccionar ante diversas
situaciones, a cómo resolver los conflictos, a compartir con otros, y por
supuesto, las reglas básicas del vivir en sociedad. Aprendemos normas y
formamos nuestro sistema de valores y creencias. Es decir, es la primera
instancia que nos enseña a creer en algo, y a ¡amar al mundo!
La preservación crucial de
nuestra cultura y raíces
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Preservar nuestra propia cultura y raíces, significa preservar y
salvaguardar nuestra identidad. Conservar nuestras raíces y seguir
desarrollando nuestra cultura es fundamental para nuestra conservación.
Significa proseguir y perpetuar, mantenernos vivos, singulares, frente a otras
culturas propias, naturales de otros países, lugares, continentes... que también
deben preservarse en sus lugares de origen, para fomentar la diversidad
cultural.
La historia tiene por función ilustrarnos sobre nosotros mismos y
sobre el mundo incierto en el que vivimos. A través de la historia y la
cultura, ese saber puede devolvernos nuestra memoria rota.
Un pueblo solo subsiste cuando sus hijos protegen y conservan su
cultura; respetando sus raíces, la vida, la naturaleza y todo cuanto les
rodea, comenzando desde su propia familia, y sobretodo, renunciando
claramente a lo que no les pertenece.
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