MIRAR ATRÁS ES LA MEJOR FORMA DE VER TUS LOGROS
Por Lucía Carbajo Prieto
No creo demasiado en las casualidades, si que es verdad que el destino y la suerte juegan un papel muy importante en nuestras experiencias, pero casi todo lo que conseguimos es por esfuerzo personal. Creo que esta reflexión es lo que mejor puede definir mi camino hasta el punto en el que me encuentro ahora. Mi nombre es Lucía Carbajo y hace un año acabé segundo de bachillerato en este instituto y ahora estoy estudiando la carrera que siempre quise. Se que puede sonar muy utópico, pero es la verdad, todo lo que ha pasado en este último año ha conseguido llenarme mucho y permitirme crecer mucho personalmente. Pero bueno, no adelantemos acontecimientos que el camino no ha sido tan fácil.
Vamos a remontarnos a segundo de bachillerato, ese año temido por todo estudiante debido a la EBAU, ese nombre que vas a escuchar mínimo una vez cada día de este curso. Este curso yo lo viví muy intensamente, me dio los mejores y los peores momentos de todo el instituto. Ese año se exige mucho a los alumnos y la presión se siente desde el primer día. Pero mi consejo es que las cosas hay que tomarlas con calma, sí que es cierto que puedes llegar a estar muy estresado por los exámenes y creer que no vas a poder tener todo preparado para mayo, pero si eres constante en tu trabajo durante todo el curso, al final ves que solo es repasar cosas que te van a sonar seguro. Se que los profesores siempre lo dicen y no te acabas de fiar del todo, pero realmente tienen razón, fiaos de mí. Si has trabajado duro y de forma constante, la EBAU no supone ningún problema. Tras haber hecho segundo de bachillerato estando todavía la pandemia muy presente entre nosotros, era la hora de empezar a repasar todo el temario y dedicarse plenamente a la EBAU. Estos días fueron lo peor, porque tenías que compaginar el estudio con ir a algunas asignaturas que no habían terminado todavía el temario, pero con una rutina no muy estricta se consigue hacer todo e incluso tener tiempo para ti.
Entonces, casi pestañeando, segundo había terminado y llegó el momento de enfrentarse a los 3 días de exámenes de EBAU. Yo soy una persona que se ponía muy nerviosa en los exámenes porque sabía que me estaba jugando mucho al necesitar bastante nota, pero cuando te entregaban el examen, toda esa tensión desaparecía porque sabías perfectamente que no estabas perdido. Siempre va a haber preguntas que te descoloquen, pero creedme que, si has llevado las cosas al día, hay exámenes en el instituto más difíciles que los de la EBAU. Yo en el momento que me presenté a la EBAU sabía perfectamente la carrera que quería, pero no pasa nada si no tienes nada claro la decisión, casi nadie tiene tan claro que hacer con su vida después de esto, porque al fin y al cabo somos muy jóvenes.
un añodespues
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