intuitivo, de estar frente al espejo y escoger los colores.
Es un proceso que puede llegar a durar 3 o 4 horas, tomamos cerveza o gin tonics. Escuchamos música. Practicamos el performance. Lo cool ahí es que entre todos nos ayudamos y nos preguntamos el uno al otro que tal va quedando el maquillaje y si la ropa combina. Realmente es una sinergia entre los 4 a la hora de dragiarnos y nos ha servido para pulirnos los unos a los otros. Haciendo que se mejore nuestra versión en cada puesta escena. Al final es salir juntos e irnos de fiesta.
Al principio, esto nace por diversión pero con el tiempo va cogiendo una responsabilidad en la comunidad. La creación de los personajes es muy libre pero las acciones van cogiendo sentido cuando convocamos o hacemos una fiesta creada por nosotros o el evento de una galería, realmente queremos educar o hacer visible esta expresión artística de alguna manera. Entonces es una mezcla de ambas lo que nos hace frescos y no tan acartonados.
EB:¿Cómo ha sido tu experiencia siendo drag? ¿Como es un día para ti?
A: Yo hago parte de mis amigas drags, así que todo nace cuando los 4 queremos estar juntos y dragiarnos como tal. El proceso nace como una motivación de ir a una fiesta, hacer un performance, una foto o un video. En la acción de maquillarse y hacer un personaje siempre hay de por medio un fin. El dia que decidimos dragiarnos, nos reunimos los 4 en la casa de Marti -una de mis amigas drags- almorzamos, arreglamos el tocador y, desde mi lado personal, uno va viendo que ponerse, pide prestado a diseñadores o compra algún elemento, a la vez uno coge algo que tiene en la casa o pide prestado a los amigos. Pero también todo es un proceso súper
FOTO: JUAN DIEGO MAMANCHÉ