Revista Ego #1 REVISTA EGO 1 | Page 16

SALIR DEL CLOSET Por: Tamara Nuñez del Prado H ola como están, espero que esta historia les guste igual como las que vendrán. Yo no hablo desde los círculos de la discriminación, violencia o victimization, por esto trataré de contarles amenamente esta historia. Como a los seis meses que comencé mi transición, participé de un seminario sobre “Cómo salir del closet”, que bronca tenía, debí esperar ese seminario antes de lanzarme a la piscina sola, -pero así es la vida-. Antes de nada, una misma debe asumirse como tal, estar consciente de lo que es, aceptarse a sí misma. Cuando estés seguro/a de dar el siguiente paso recién podrás enfrentarte al mundo con tu nuevo ser, no importa si eres gay, lesbiana, bisexual o trans. Hay que mirarse al espejo, decirse que te sientes bien con tus sensaciones, que los placeres y Miss Transformista 2016 (1ra. Parte) deseos son normales; mírate a los ojos y di: “no cambiar á nada por salir a la luz”, sólo te liberas para no sentirte ahogada/o, cuando realmente estés lista/o podrás dar el siguiente paso. Este paso es el más difícil, la primera vez que dije que me sentía niña fue a mi mamá, tenía un poco más de tres años, le insistí que me pusiera ropa de niña, tanto la moleste que mi mami me sentó en la cama, me bajo el calzoncillo y dijo “hijito no eres niña, mira tienes pilin, no puedo vestirte como niña…” esto fue mi primer freno, jamás insistí con el tema a mis padres porque sentí que no era bueno. La segunda vez que lo hice fue con la persona que más confiaba y una de las que más amaba, -Mi abuelo Antonio-, él era catedrático de redacción y periodismo en la carrera de Comunicación de la UMSA –Qué barbaridad, si viera esta redacción, me jalaría de las orejas-, bueno no soy ni redactora menos periodista jajajaja. Todos los martes me escapaba del colegio para tomar nuestro cafecito de la semana, charlar, -una siempre aprendía de él-, me acuerdo que estábamos hablando de la globalización y cómo esto afectaría a nuestro país (1992 o 93), en medio de la charla le dije “¿abuelo..? ¿Qué opinas si yo quisiera ser mujer?” El silencio invadió por unos segundos la mesa… segundos después, con Es Bryana, una cochabambina con muchos sueños vos gruesa y ronca, -como era típica en él-, dijo: “hijo eso es anti natura” – tanto me dolió la respuesta que hoy tengo una teoría para demostrar que si es natural, se las contare en otra ediccion- al segundo después seguimos hablando como si nada hubiera pasado. Así pasó mi segundo intento, sin que nadie me escuchara, sin información sobre lo que me pasaba, sin internet (no existía en esa época), menos alguien que me apoye. Yo no podía aceptarme porque no sabía qué era, me sentía mujer pero me gustaba las mujeres, sabía que no era gay porque no me gustaban los hombres, -Qué diablos pasaba!- , no podía comprender que era natural lo que sentía, no comprendía que mi identidad sexual era femenina y si me gustaba las mujeres significaba que mi orientación era lésbica. Así que con ese chenco mental, más los miedos del rechazo, bullying, el terror de perder mi familia y a mi papá, decidí quedarme en el closet, tratar de minimizar lo que sentía, esperando que desapareciera, decidí casarme, tener hijos, total me gustaban las mujeres y seguir con una pseudo vida normalizada. La tercera debía ser la vencida... CONTINUARÁ EN EL SIGUIENTE NÚMERO... B olivia ya tiene a su re- presentante de Belleza Transformista para este 2016. Su nombre es Brya- na Beckenham, tiene 21 años y es Cochabambina. Norman (que es el nombre de varón) partici- pó del certamen para demostrarse así mismo que es posible cumplir los retos. Revista Ego se contactó con esta reina de belleza y pregun- tó lo siguiente: ¿Por qué escogiste ese nombre? Elegí Bryana porque tiene el signi- ficado de amor, pasión y éxito; y el apellido lo llevo porque en Cochabamba la familia Bec- kenham es un grupo de trans- formista donde todas fueron misses, y siempre ganaron los concursos. Es como el top de las transformistas en Bolivia. ¿Cuándo comenzaste con el transformismo? Empecé con el transformismo a mis 19 años con una mala experien- cia, me veía súper mal, y me decep- cioné un poco con esto del trans- formismo, pero retomé el gusto un año después para la marcha en Cochabamba y otras personas me transformaron, maquillaron. Me gustó mucho. ¿Cómo ves el transformismo? Es un arte, donde el maquillaje, la peluca y la ropa se posicionan para tener un complemento de belleza, es un descargo de emociones. Ahora que eres la representante nacional, ¿Cuáles es tu responsa- bilidad? Me gustaría hacer crecer el arte del transformismo, con un título como éste, la responsabilidad es inevita- ble; creo que estoy acreditado a ha- cer algo más por la sociedad. Revista EGO • 17