El dinero fue repartido entre 200 personas de siete países con ingresos económicos tan variados como Estados Unidos y Kenia . Todos tenían unos niveles de estudios similares y hablaban al menos algo de inglés . En cuanto a la cantidad , cada uno recibió 10.000 $. Por otro lado , también estaba el grupo de control , al que no se dio ningún dinero . Para cuantificar la felicidad , estos científicos realizaron una lista de 5 ítems , que los participantes tuvieron que evaluar del 1 al 5 .
Todos tenían tres meses para gastar los $ 10.000 , no podían ahorrarlos . En ese tiempo , tuvieron que completar mes a mes una encuesta sobre los 5 ítems mencionados anteriormente . Seis meses más tarde , la completaron de nuevo . Las personas participantes con ingresos anuales de 123.000 $, no tuvieron una ganancia significativa de felicidad con base en las encuestas . Sin embargo , los que tenían unos ingresos más modestos sí aumentaron su bienestar emocional tras la donación . De hecho , la satisfacción total con la vida mejoró en un promedio de 0,36 puntos por persona .
También se les aplicó la misma encuesta a los dos donantes , quienes curiosamente , mostraron una reducción de la satisfacción de 0 ' 16 puntos . Esto nos lleva a concluir que , en realidad , es más la felicidad del que gana que la tristeza del que pierde . Por lo menos en el caso de ser una pérdida monetaria voluntaria y por un bien mayor .” ( Fision , 2022 ).