Trágame Tierra
Karina, 14 años. Álvaro, 23 años.
Estábamos
un
grupo
de
compañeras en clases de ciencias
y el profesor estaba explicando
una materia en la pizarra, mi
grupo de compañeras estábamos
hablando de una muchacha que
nos caía mal, obviamente no
estábamos prestando atención al
profe, cuando de pronto él me
pregunta, ¿Karina, esto está
bien?, yo del susto le respondí.
¡Sí papi! Y fue cuando el grupo
estalló de risa, no sabía dónde
meterme. Estaba en mi trabajo en el colegio
Nocturno de Pocora, en la época de
febrero, con todo lo de la matricula
inicial, en eso, salgo afuera de la
dirección y me siento en una silla a
descansar, cuando a la par se acerca una
señora de unos 30-35 años, y empieza a
hablarme, que va a empezar sétimo,
entonces le pregunto que si anda todos
los requisitos, a lo que me dice que sí,
entonces me pregunta: ¿Qué nivel vas a
matricular? A lo que respondo, ¡No!, yo
soy profesor, la pobre señora, no paraba
de disculparse y decirme que
vergüenza, yo tan vieja y empiezo a
estudiar y tu tan joven y puedes ser mi
profesor.
Tatiana, 16 años
Venia llegando al colegio a eso de las
6:50 de la mañana, como todos los
días la mayoría de los compañeros del
cole se quedan en el pasadizo, por el
gimnasio, cuando entro y paso la reja
del desagüe, un zapato se me resbalo
por un costado, y ¡pum! Caí, se me
rompió el pantalón a la altura de la
rodilla, y el otro zapato se me zafó y
me quedé en medias, obviamente los
silbidos de todos no faltaron hacia mí.
Steven, 17 años.
Estoy sentado, junto a una amiga de mi
novia en uno de los corredores hablando
tranquilamente, a la par tengo un basurero,
y todo normal, cuando me hago levantar
por no apoyarme en la muchacha, me
apoyo en el basurero, y me lo traigo abajo,
quedé todo lleno de basura y a la
muchacha le cayó en el cabello una
servilleta (creo yo de una empanada), ese
día no le pude hablar a ella después de eso.